Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Renacimientos y complicidades, «Room Service» (AHS Hotel, 5×05)

Ya es oficial. La temporada de Halloween de este año ya ha terminado. Y lo hace de la mejor manera posible: con el más que espectacular episodio de AHS, Room Service. Tras el turbio y oscuro episodio anterior (Devil’s Night) con el que más de uno tuvo pesadillas con la magnífica Aileen Wuornos de Lily Rabe, que ya se ha clasificado como «lo más terrorífico» de los especiales de Halloween de la antología (y con razón); el episodio se añadirá a la lista de capítulos más «relajados», por decirlo de alguna manera, y emotivos – sí, los hay – de la serie que, al menos a mí, me hecho soltar la lagrimilla en varias ocasiones. Aunque eso no significa que no nos vayamos a encontrar con alguna que otra escena sangrienta y violenta que deje al espectador con mal cuerpo. Porque, al fin y al cabo, estamos hablando de American Horror Story.

Empezando con una secuencia donde, aunque parezca extraño, vemos las primeras lentes «ojo de pez» de la temporada – ya es oficial del todo, ¡estamos viendo AHS! – y ya con todos los ingredientes sobre la mesa, los episodios de Halloween se pueden leer como una especie de bloques «independendientes» (por expresarlo de alguna manera) que, a pesar de que forman parte de la trama principal y la hacen avanzar, tratan temáticas aisladas y muy concretas como simplemente dar información sobre los personajes que, normalmente, no se suelen retomar en la temporada. Del mismo modo como sucederá en los dos episodios especiales de Halloween en Murder House donde los fantasmas de la mansión solamente pueden salir esa noche de la casa y en los que conoceremos el pasado de Moira que tiene a su madre enferma en un hospital, además de los actos sociópatas y criminales del «dulce» y «encantador» Tate, o como veremos en Freakshow, en el que el fantasma del terrorífico Edward Mordrake acechará a los freaks para que le confiesen los secretos de su vida pasada; en este episodio, se nos desvelará el backstory de uno de los personajes más misteriosos por el momento, Liz Taylor.

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Mark se transforma en Liz Taylor gracias a la ayuda de The Countess

Bajo la atenta mirada de Iris – y la de los espectadores, por supuesto – Liz narrará a modo de flashback la historia de cómo terminó trabajando en el Hotel Cortez y, lo más importante, cómo un hombre casado y exitoso desea con todas sus ansias convertirse en lo que realmente se siente: una mujer. Sin embargo, no será hasta la repentina aparición de The Countess en su habitación cuando decidirá luchar contra todos los complejos que le rodean y revelar «su verdadero yo» como mujer. En la que es la mejor escena del episodio donde se bautizará a Liz Taylor –  con unas soberbias interpretaciones de ambos –  y con un discurso muy apropiado en boca de Lady Gaga, The Countess hará una reivindicación al poder femenino y verbalizará la tesis que rodea la temática del capítulo y, en definitiva, todas las producciones de Ryan Murphy: aceptarse a uno mismo (ya sea de manera positiva o negativa)

Otra de las protagonistas del episodio será Iris que, tras haber sido «convertida» por su hijo Donovan en el capítulo Mommy (5×03), tendrá que emprender a lidiar con su nuevo estado. Entonces, si en el episodio anterior se nos narraba el descenso a los infiernos del matrimonio Powell, en este será Iris la que descubrirá su lado más oscuro cuando decida rechazar la burla y el menosprecio constante que ha recibido durante toda su vida, negándose a permanecer «invisible» ante el resto. Tanto Liz como Iris conseguirán resurgir de sus cenizas y renacerán mostrando su verdadera condición, su verdadera naturaleza. Como también lo intentará el matromonio Powell: por un lado, John no podrá evitar sucumbir a sus pasiones e impulsos más ocultos de la mano de su «ángel de la guarda«, Hypodermic Sally; y, por otro, Alex lo abandonará todo para cumplir su verdadero deseo de ser madre. Sea como sea, ninguno de los cuatro conseguirá escaparse de lo que realmente han nacido para convertirse. Porque, tal y como le dice Sally a John: «Nadie puede huir de su destino»

Así, será The Countess la que se convertirá en el personaje más misterioso de la temporada. Poco se sabe hasta ahora de esta enigmática mujer, a la que no podemos evitar despreciar y, al menos en este episodio, adorar con locura – sí, me refiero a la escena con Liz Taylor – a partes iguales. Porque, al fin y al cabo, The Countess es una recogedora de almas desvalidas que se manifestará ante ellas como si de una especie de visión se tratara dándoles una segunda oportunidad. Entonces, si Gaga será la «benefactora espiritual» de algunos – casi de la misma forma como lo hará el Ángel de la Muerte en Asylum – , en el otro extremo tendremos a Sally, quien realizará su trabajo como «protectora terrenal«, proporcionando a los personajes sus necesidades latentes.

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Alex intenta controlar su nueva condición con un poco de «comida«

Más allá de las complicidades y vendettas que ya se están empezando a cocer entre personajes y los acontecimientos que se sucederán en el Hotel Cortez, las desiciones de Alex y cómo gestionar su nueva condición vampírica tendrán consecuencias nefastas. AHS Hotel propone una nueva concepción del vampirismo, al que más de una vez The Countess se referirá como un «virus« y nunca se llamará a sí misma «vampira«, a pesar de que los síntomas son idénticos. Como también lo harán en la serie distópica de Guillermo del Toro The Strain, se hablará del vampirismo como una pandemia, cosa que se hace más que evidente en Room Service – con una escena al más puro estilo Los Chicos del Maíz que deja, realmente, los pelos de punta.

Pero, si algo está quedando claro por ahora, – y Room Service es un claro ejemplo de ello – es que AHS Hotel no es una temporada de mucha acción y giros espectaculares en la trama como lo podían ser Murder House, Freakshow y, sobretodo, Asylum; sino que los personajes serán el auténtico punto neurálgico de la temporada y todos los acontecimientos que sucedan se darán gracias a su naturaleza inicial y, dentro de este proceso, su desarrollo será lo más importante para hacer avanzar la historia. Esta temporada se pone completamente al servicio del siempre magnífico reparto de actores con el que Murphy tiene suerte de contar y, sinceramente, no se echa tanto de menos a Jessica Lange como esperaba y, donde Lady Gaga está haciendo un buen trabajo. Bueno, todos sabemos que Gaga no es Jessica. Ni de lejos. Pero, tampoco creo que lo pretenda ser.

Lo mejor: Sin lugar a dudas, Liz Taylor. Denis O’Hare hace una magnífica interpretación en este episodio y se merece todos los elogios del mundo por ello. Y, personalmente, la escena junto con The Countess, dos divas que, al fin, se encuentran. Definitivamente, queremos ver más a Liz Taylor durante la temporada.

Lo peor: Sinceramente, NADA. Este se ha convertido en el capítulo que más me ha gustado hasta ahora.

Lo más destacable: La integración de Lady Gaga dentro del reparto, la que, no es lo más importante de la serie. Y la perfecta combinación entre el desarrollo de los personajes y el avance de la acción en esta temporada.

 

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