Reseña de «Fantastic Beasts: The Crimes of Grindewald» (David Yates, 2018)
Fantastic Beasts: The Crimes of Grindewald (David Yates, 2018) es la segunda entrega de Fantastic Beasts and Where to Find Them (David Yates, 2016) y la décima en el universo de Harry Potter, que goza de la ventaja de que ya conocemos a los personajes gracias a su primera entrega. Se parte de la premisa de que la búsqueda de la resolución de los crímenes acaba resultando una fórmula en la que se crean muchas expectativas que se quedan desdibujadas a lo largo de la trama de la película. Los fans de la saga Harry Potter de J.K.Rowling sabíamos cuál era el resultado de dichos crímenes desde Harry Potter y las Reliquias de la Muerte donde se desvelaba que había robado la varita de sauco y Voldemort lo visita en la prisión de Nurmengard. Los fans esperábamos que su resolución fuese de lo más malévola a cargo de la interpretación de Johnny Deep, estábamos a la expectativa de cómo estaría construido su personaje en tanto que se diferenciaba de Voldemort por su capacidad de atracción como villano donde sus capas de maldad tampoco se exploran como podrían darse por hacer hincapié en la presentación de otros personajes secundarios a los que la presencia de Dumbledore parece ser el nexo de unión emocional con la audiencia.
Se dibuja de forma expresa el populismo de Grindewald y en su capacidad de oratoria como un elemento decisivo para su atractivo en relación tanto a los “sangres limpia” en contraposición a los muggles para convencerles de que ellos serían quienes tendrían que gobernar. El gobierno, por su parte, representaría valores conservadores que intentan mantener y regular el orden para que el popularismo con voluntad de ser totalitario de Grindewald por las ansias de poder en cierto modo corrupto no lleguen a su fin, no alcancen el éxito.
Grindewald había llevado a cabo una guerra mágica contra los muggles donde la supremacía de los magos estaba supuestamente justificada bajo su lema “por el bien mayor”. Estos crímenes evidentemente fueron investigados por el MACUSA, el Ministerio de magia de Estados Unidos y pasados seis meses en vísperas de su traslado a Europa para ser juzgado por sus crímenes, consigue escapar y partir rumbo a París para intentar encontrar el Obscurial (Credence Barebone), un huérfano que también escapó a la ciudad francesa para intentar descubrir su verdadera identidad: conocer a su verdadera familia, saber cuáles son sus orígenes.
Por su parte, el personaje de Dumbledore como director de Hogwarts tenía una relación con Grindewald desde hacía años y estaba sujeto a una investigación por la cual estaba vigilado. Es desde ese punto a partir del cual resulta destacable hacer incidencia en el personaje de Newt, quien tiene prohibido viajar a otras regiones, al cual le encomienda una misión que lo posicionaría en una posición interesante. Le pide que viaje hasta París para encontrar a Credence y protegerlo, es decir, para intentar que éste caiga rendido al poder oratorio y manipulador de Grindewald y que, además, a evitar que pudiera ser asesinado por los aurores que lo consideran una amenaza. Así pues, Newt acaba saltándose las normas para intentar cumplir el cometido de Dumbledore a medida que Grindewald va adquiriendo más poder de convicción para futuros seguidores en una lucha entre magos y muggles, en una nueva o futura cruzada en la cual supuestamente los magos son los que tendrían el poder absoluto.
La película que Yates nos plantea como entrega tiene la virtud de presentarnos nuevas especies de animales fantásticos, de descubrirnos las relaciones y vínculos emocionales entre Dumbledore y Grindewald, en explorar los crímenes que se cometieron frente a los muggles y posicionar a Newt como el héroe que pretende ayudar a cumplir la misión de Dumbledore y posicionar a Grindewald como el peor villano pre-Voldemort del universo J.K. Rowling. No obstante, pretende crear una serie de expectativas que parecen quedarse sin resolver por completo, dejando en suspensión algunas líneas argumentales y de personajes por desarrollar en futuras entregas y secuelas.
Esta entrega nos conduce a una atmósfera más oscura y con más peso del relieve político del universo narrativo donde los conocimientos previos de los espectadores/audiencia resultan, en muchos casos, necesarios para poder comprender los pequeños detalles en plenitud lo que representan y que, por otra parte, puede resultar un elemento distanciador para la audiencia que desconoce a los personajes, hechizos o criaturas.
Doctora en Filología por la Universitat de les Illes Balears (2022) y, anteriormente, becaria predoctoral con una tesis centrada en personajes infantiles creepies, discursos de maternidad contemporánea, New Horror y narrativa transmedia. Máster en Lenguas y Literaturas Modernas (especialización en estudios literarios y culturales, UIB); Máster en Formación del Profesorado (Lengua y literatura, UIB) y Posgrado en el uso del cine como recurso educativo (UNED). Interesada en las representaciones audiovisuales infantiles y las maternidades contemporáneas, además de la aplicación del audiovisual y la narrativa transmedia como recurso educativo.