Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Reseña «Horror Film and Affect» (Aldana, 2016)

El volumen de Xavier Aldana Horror Film and Affect (Routledge, 2016) plantea un modelo teórico (The Affective-Corporeal Dimension of Horror) sobre cómo el horror (y, más concretamente, aquellos subgéneros donde esté presente un alto nivel de crueldad a nivel físico) nos afecta a nivel emocional y afectivo y cómo, por ende, esas reacciones tienen su repercusión a nivel corporal de la audiencia. Si bien han existido teorías muy diversas en la aproximación de la recepción o de las respuestas emocionales, afectivas, psicológicas y/o neurológicas del cine en la audiencia, Aldana se basa en el momento visceral de contacto entre el espectador y el personaje a través de las representaciones del cuerpo y de cómo nuestros cuerpos como espectadores pueden identificarse con el dolor o la violencia (en cierto modo) que pueden estar experimentando los personajes en pantalla.

Si bien podemos distinguir con cierta claridad distintos acercamientos psicoanalíticos para el análisis y estudio del horror (como el retorno de lo reprimido o el papel del uncanny, con una clara influencia de las teorías de Sigmund Fred, Carl Jung o Jacques Lacan), Aldana sitúa su enfoque desde una óptica de los Affective Studies donde no existen preceptos o acercamientos tan claros con respecto al horror aunque sí aproximaciones cognitivistas y fenomenológicas. No obstante, ¿cuál es el papel de la teoría del afecto en el tratamiento del horror?

“Affect, as a term defining the physical process whereby the body is affeted by an external prompting, has been described in incredibly abstract ways, no doubt because theorisations often rely on sometimes opaque philosphy and because the term –in places, affection” – has become general currency in approaches to cinema that rely on it” (Aldana, 2016: 5).

Aldana sostiene en su volumen que entiende el afecto como un abanico conceptual en el que no solamente se enmarcan las respuestas corporales y físicas de la audiencia sino también las emociones y los estados de ánimo. Es por ello que su perspectiva no solamente se enfoca dentro de lo que denominaríamos como Affective Studies sino también contaría con las aportaciones de la fenomenología (Hanich, 2010), así como de otras corrientes filosóficas.

En su volumen se hace una división entre aquello que se englobaría dentro de las emociones cognitivas “as eminently procesual and construal-based, and thus are best separated from the affective response” (Aldana, 2016: 6) y las respuestas afectivas “like reflexes as somatics or somatic responses” (Aldana, 2016: 6).

Así pues, los espectadores en tanto que sujetos capaces de experimentar la vivencia fílmica y sus representaciones como encuentros de naturaleza sensorial podemos ser concebidos como sujetos cinestésicos (Laura Mark) dentro de lo que se ha acuñado como “affective turn” en las Ciencias Sociales, según el cual nuestro cuerpo se ha convertido también en un objeto de estudio dentro de las Humanidades.

El volumen de Aldana se estructura teniendo en cuenta las distintas vías físico-corporales en las que están afectados los espectadores del horror y los encuentros corporales específicos que, a través de su representación en pantalla, están sujetos o expuestos a un dolor o a un ataque.

El capítulo 1 (Representation: Abjection, Disgust and the (Un)gendered body) se centra en el valor de la representación de ciertas imágenes y, específicamente, aquellas que conectan con el cuerpo y el dolor infringido en el cuerpo tras el desarrollo de conceptos que beben del psicoanálisis y de las teorías de la noción de lo abyecto presentes en Powers of Horror (1982) de Julia Kristeva. No obstante, este capítulo conecta las nociones de cuerpo, de lo abyecto y de género a través del trabajo de Barbara Creed según el cual se plantea un modelo reduccionista de lo monstruso-femenino Éste viene continuado de un modelo según el cual se plantea que el cuerpo en el horror ha sido, habitualmente, “ungendered” (Aldana, 2016: 16). Aldana, por su parte, propone que el concepto de abyecto sigue siendo útil como un constructo que se articula como el rechazo inmediato ante ciertas imágenes que puede atentar o provocar dolor y/o violencia en sus distintas formas.

En el capítulo 2 (Emotion: Cognition, Threat and Self-Reflection) se lleva a cabo la exploración de la perspectiva afectiva del horror y su dimensión emocional. Es decir, se hace hincapié en cómo el Horror es capaz de generar estados emocionales en los espectadores, teniendo en cuenta el trabajo de Noel Carroll y su concepto de “art-horror” (1990). Aldana sostiene que la exposición al objeto directo del horror puede resultar la experiencia afectiva más directa.

En el capítulo 3 (Somatic: Startles, Somatic Empathy and Viewer Alignment) se explora el lado más somático del afecto, lo corporal así como las respuestas “automáticas” ante ciertas imágenes que pueden producir un “startle effect, as the most obvious cinematic instance where the physicological body of the viewe is appealed to directly, is therefore explored in some detail” (Aldana, 2016: 17).

Sin duda, el trabajo del Dr. Xavier Aldana Reyes (Manchester Metropolitan University) resulta un modelo teórico innovador en la aproximación y el análisis de ciertos productos audiovisuales y, específicamente, fílmicos que podría ser transferido o aplicado al análisis de otros subgéneros dentro del horror contemporáneo.

 

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