Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Reseña libro «The suburban gothic in American Popular Culture» (Murphy, B. M., Palgrave Macmillan, 2009)

El volumen que hoy reseñamos parte de una premise clara: la existencia de una inteligencia o presencia sobrenatural maligna puede habitar en la casa de enfrente o en la casa de nuestro propio vecino, haciendo referencia explícita a la novela The House Next Door (1978) de Anne Rivers Siddons. El término “Suburban Gothic” hace referencia a un subgénero de una tradición del gótico americano que dramatiza las ansiedades emergentes de la expansión urbana descontrolada de los EEUU, así como los escenarios suburbanos y las preocupaciones de sus protagonistas. Las minorías étnicas no suelen tener un papel principal aunque sí lo tienen los outsiders o los intrusos (supuestamente) peligrosos.

Novela «The House Next Door» (1978) de Anne Rivers Siddons.

El Gótico suburbano, en tanto que subgénero, se caracteriza por jugar con las ligeras sospechas de un vecindario común, de una casa o de una familia que tiene algo que esconder y, además, no importa lo calmado o tranquilo que un lugar o espacio puedan parecer pues siempre tiene lugar un dramático (y generalmente siniestro) incidente. Así pues, la aparente paz acaba siendo destruida por un terrible secreto escondido que acaba configurándose como un cliché del subgénero, de acuerdo con Murphy (2009): “The trope of the peaceful-looking suburban house with a TERRIBLE SECRET within is one so familiar as o have passed into cliché”. Esta característica reflejó, especialmente, los rápidos cambios de estilo y modos de vida que tuvieron lugar en la década de los ’50 y de los ’60 los cuales no solamente influenciaron en un cambio en el paisaje y la arquitectura sino también influenciaron negativamente en las actitudes de los ciudadanos quienes tuvieron que adaptarse a nuevos estilos de vida.

Otro de los rasgos del subgénero es, precisamente, el peligro que entraña tanto la familia, amigos o incluso vecinos y que se crea en ese entorno interno y no tanto como agentes externos que irrumpen como presencias monstruosas. En ese sentido, la creación del horror se genera invariablemente desde casa, desde miembros de la familia o desde el entorno más cercano pues se aferra a la fascinación por la conexión existente en el espacio como en la psicología que reincorpora aspectos de la historia de las casas encantadas en el siglo XXI. El Gótico Suburbano hace referencia a actitudes contradictorias que se fundamentan en oposiciones binarias entre el sueño suburbano (The Suburban Dream) y la pesadilla suburbana (The Suburban Nightmare). Plasmamos estas dicotomías de Murphy (2012: 3) en el esquema siguiente:

El sueño suburbano

(The Suburban Dream)

La pesadilla suburbana

(The Suburban Nightmare)

–  Casa acogedora –  Casa encantada
– La oportunidad de tener una casa propia –  La exposición a una deuda por la casa
–  Vecinos agradables – Vecinos con algo terrible que esconder
– Un escenario (casi) utópico que conlleve una buena vida –  Un escenario de aprisionamiento y de infelicidad
–   Un lugar seguro para los niños/hijos – Un lugar en la que se pueden esconder conductas pedófilas o asesinos de niños
–   Un refugio bucólico – Un lugar encantado para un pasado familiar común
–   Centrado en la familia – Una base claustrofóbica y disfuncional a nivel familiar

Por ello, el volumen plantea la personificación física de aquello que funciona erróneamente en los valores de la sociedad americana y que encuentra en el subgénero del gótico suburbano la forma de materializarse, según Murphy (2012: 5): “Crucially, the Suburban Gothic has always had much more to do with how people chose to perceive suburbia tan the reality of such neighbourhoods”.

El primer capítulo (The House Down the Street: The Suburban Gothic in Shirley Jackson and Richard Matheson) se centra en las obras de Shirley Jackson y Richard Matheson como piezas claves del subgénero que tendrán repercusión en las siguientes muestras del subgénero las cuales serán exploradas, de forma ilustrativa, en el segundo capítulo con Conjure Wife: The Suburban Witch. En el tercer capítulo (Aliens, Androids and Zombies: Dehumanisation and the Suburban Gothic) se hace un repaso a las monstruosidades propias de la sociedad norteamericana desde un repaso histórico de la década de los ’50 vertebradas en clave del horror y de la ciencia ficción.

«The house at the end of the street» (2012)

En ella se hace mención a que los hechos históricos condicionan los modos de ver a los demás, a los supuestos enemigos de quienes no levantan sospechas ni suponen peligros contra nuestra integridad y, concretamente, plantea que existe un cambio significativo en cuanto a que antes de la guerra los enemigos se consideraban los desconocidos y eran, en suma, agentes externos pero tras este hecho, los enemigos (vestidos en distintas capas de monstruosidad) acaban siendo seres cercanos, familia, amigos o incluso nuestros vecinos. De acuerdo con Murphy (2012: 76): “Prior to the War, American horror and science fiction had generally focused upon terrifying external threats, generally personified by overtly alien or supernatural menaces. In its terrible aftermath, a significant strand of genre-writing and movie-making began to focus instead on dangers that were much closer to home”.

 

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