Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Reseña “The Emotions and Cultural Analysis”, A.M. González (Institute fur Culture and Society)

Ana Marta González, investigadora principal del proyecto Cultura emocional e identidad (CEMID) del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra nos presenta su libro “The emotions and Cultural Analysis” (Ashgate, 2012) el cual supone una propuesta teórica hacia una aproximación y conceptualización emocional en el análisis de productos culturales.

Tomando como premisa que las emociones se han convertido en un aspecto destacado en diferentes áreas de conocimiento (desde que es importante saber qué son, qué las causan qué información pueden proporcionarnos sobre nosotros mismos y sobre los demás) en cuyo estudio confluyen, también, elementos cognitivos. Tal y como sostiene González (2012: 1) “emotions studies can benefit from cultural analysis as much as cultural analysis can benefit from the study of emotions”. En ese sentido, el análisis de las emociones es susceptible de revelarnos aspectos importantes de la estructura social existente y no solamente a un nivel descriptivo si no también como vehículo de la subjetividad humana en tanto que puede ofrecernos una interpretación y un significado cultural. Éstas pueden proporcionarnos información sobre el auto concepto mediatizado por mensajes o discursos culturales (Pugmire, 2005) y, en extensión, un mayor entendimiento no sólo de nuestra cultura emocional sino de otras.

Sin embargo, ¿qué significa vivir en una “cultura emocional”? De acuerdo con el marco introductorio del libro se nos describe que estamos insertos en una cultura marcada por una creciente presencia de las emocionas en una esfera pública la cual implica positivamente la evaluación de la manifestación de las mismas y, también implica la necesidad de un adecuado manejo emocional. Las sociedades occidentales pueden ser descritas como culturas emocionales en tanto que son descritas como sociedades individualistas y marcadas a la vez por la búsqueda de un romántico deseo de “autenticidad emocional” por el requisito contemporáneo del control racional y, también, del refuerzo de la sensibilidad emocional además del desarrollo de una mayor conciencia del peso de la inteligencia emocional, la habilidad de empatizar y de interpretar las emociones de los otros y la gestión de estos comportamientos.

Sin pretensiones de ahondar en esta cuestión, podemos entender los productos culturales como portadores y transmisores de emociones y, para tal respecto, no es sustancial que las emociones tengan un origen real o ficcional pues el arte, como señala Pugmire (2005) puede ayudarnos a reconocer, entender y profundizar en el significado de las emociones que, de manera más o menos independiente, podemos experimentar en nuestra vida diaria. Desde nuestro grupo somos conscientes del relieve de los productos audiovisuales así como sus líneas narrativas o patrones de conducta de sus personajes también como un poderoso agente de socialización desde una perspectiva emocional lo cual conecta con la “institucionalización de la imaginación” (Adorno) en tanto que en el contexto de la cultura de masas las emociones provenientes de la ficción han “dominado” la esfera pública.

Es por ello que analizando la dimensión emocional de productos culturales (y audiovisuales) contemporáneos podemos obtener relevantes perspectivas y reflexiones sobre nosotros mismos, sobre cómo damos sentido a nuestras vidas y a nuestras vidas en sociedad dentro desde una óptica plural. Estructuralmente el libro está dividido en dos grandes partes con un total de ocho capítulos.

La primera parte (Emotions, Culture, and the Self) nos proporciona un marco general para entender el papel preponderante de las emociones en el análisis cultural introduciendo y haciendo hincapié en la “psicologización de la experiencia” (psychologization of experience) y la “terapización del individuo” (therapeutization of the self). La segunda parte (Fiction, emotions, and social life) se centra en diferentes investigaciones tomando en consideración la dimensión emocional en en productos ficcionales y desde una óptica interdisciplinaria. Se ponen de relieve la relación de la emoción y su impacto en la salud, la enfermedad y la medicina y psicología como disciplinas; también la confluencia de la cultura emocional y el impacto cultural y político a partir de una selección de historias sobre discapacitados además del análisis de las contribuciones de la terapia y las emociones en la ficción audiovisual In Treatment (HBO, 2008-9), entre las aportaciones de la moda y la identidad o la utilización de un discurso adolescente a partir de un análisis de corpus.

En definitiva, se trata de un libro que se suma a la importancia de la emoción en nuestra cultura contemporánea donde los productos audiovisuales son un corpus de análisis tremendamente potente. Nos quedamos con una interesante reflexión que conecta enormemente con los diferentes contenidos de nuestra página: “Analysis of media narratives becomes a privileged source for understanding contemporary emotional language and culture” (González, 2011: 7).

Referencia:

González, A.M. The Emotions and Cultural Analysis. Surrey: Ashgate, 2012.

 

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