Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

¿Se puede hablar de feminismo en Los Simpson?

Los Simpsons son una de las series de televisión que más años lleva emitiéndose a escala mundial (se ha traducido a más de 50 lenguas y se ha emitido en más de 100 países) e ininterrumpidamente durante casi una treintena de años (que se dice pronto). Dada su enorme popularidad, considero creo que resulta necesario reflexionar sobre sus implicaciones ideológicas, concretamente en lo referente al tema que aquí nos ocupa: qué imagen ha venido ofreciendo el programa sobre las mujeres. Más aún si tenemos en cuenta declaraciones de especialistas como Matthew Henry, que consideran que el tema del feminismo en Los Simpsons no ha recibido la atención que merece.

Me resulta complicado atajar en tan pocas líneas este tema, dado que implica el uso y aplicación del término «feminismo», que se encuentra en nuestra época en una situación confusa, a la que han dado lugar, precisamente, en gran medida los medios de comunicación y cultura populares. De este modo, hay quienes se autoproclaman feministas sin serlo realmente. Por ello, aun consciente de que estoy simplificando mucho, necesito aclarar que en esta entrada usaré el término «feminista» para referirme a aquello que promueva la igualdad entre hombres y mujeres de una manera digna y no esclavizante.

Una primera impresión de la serie podría llevarnos a pensar que Los Simpsons ofrecen una imagen de la mujer tradicional, ubicada en el ámbito del hogar como ama de casa, según vemos en la protagonista, Marge Simpson, que ha sido considerada, además, como la mejor madre -de entre las existentes en la realidad y en la ficción- por los británicos.

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Pero no olvidemos que Los Simpsons son más «profundos» de lo que parecen a simple vista, y nada escapa a su lupa crítica. Tanto es así, que el propio George Bush, Sr. llegó a declarar que los americanos necesitaban «una nación más parecida a Los Waltons que a Los Simpsons«, dando a entender que los segundos se alejaban de la idealización de la típica familia conservadora americana. No obstante, es cierto que la mayor parte de los personajes femeninos se encuentran, como Marge, dentro de la tradicionalmente esfera privada del hogar o desempeñando labores típicamente femeninas como la enseñanza o el cuidado de los demás; mientras que los protagonistas masculinos están en el ámbito público y desempeñando tareas de mayor responsabilidad social. El propio número de personajes masculinos recurrentes (28) supera con creces el de los femeninos (solo 10), lo que se puede interpretar literalmente como una «injusticia» o bien como una más de las ironías visuales de la serie con las que se critica la desproporcionada presencia que tienen los hombres con respecto a las mujeres en nuestros días.  

No obstante, aunque Marge aparece circunscrita al ámbito doméstico en la mayoría de las ocasiones, hay que tener en cuenta que: se graduó en la universidad (época en la que participó incluso en manifestaciones feministas) y ha desempeñado diversos trabajos. Su personaje podría representar a una ex-feminista de la Segunda Ola, acomodada en roles que quizá no había imaginado para sí. Su hija, Lisa, en cambio, sí que representa a una feminista comprometida, a pesar de su corta edad. Su búsqueda incansable, activa, colectiva y comprometida por la justicia en todos los ámbitos, le lleva a buscarla también en el de las mujeres. Así se puede ver en diversos episodios, entre los que destacaría el de “Lisa vs. Maliby Stacy” (1994).

Malibu Stacy

Aquí, no sólo hace campaña contra una muñeca de dicho nombre que habla transmitiendo mensajes tan sexistas como «No me preguntes: solo soy una chica» (basada en una muñeca Barbie que realmente existió en 1992), sino que crea otra con mensajes inspirados en la inteligencia, tenacidad o sentido común de feministas que son ejemplo para ella como Gertrude Stein o Elizabeth Cady Stanton. Su actitud aquí y en otros momentos de la serie sitúan a Lisa en la línea de las feministas activistas de la Segunda Ola (que algunas especialistas asocian también a la Tercera Ola del feminismo) y la alejan del post-feminismo individualista que detectamos en otras series que se suelen etiquetar como feministas, y que no hacen sino confundir a los y las espectadores/as. Tengámoslo en cuenta.

Referencia bibliográfica:

Henry, Matthew. «`’Don’t Ask Me,  I Am Just a Girl’: Feminism, Female Identity, and The Simpsons.» The Journal of Popular Culture, Vol. 40, No.2, 2007: 272-302.

 

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