«She-Ra y las princesas del poder»: el camino de la identidad de la heroína
Mientras es posible que a muchos este título no les suene, otros lo reconocerán perfectamente al haber formado parte de su infancia. Esta serie de animación americana de Netflix gira alrededor de las ideas planteadas del spin-off de He-Man y los Amos del Universo emitida entre 1983-85 y basada en la exitosa línea de juguetes de Mattel. Esta extensión de la serie sería conocida como She-Ra: las Princesa del Poder (2018). De este modo, la serie recoge varios personajes de su versión original y los desarrolla en su propio universo explicando el origen de esta gran heroína: She-Ra. Así pues, este nuevo reboot animado desarrollado por la reconocida ilustradora y guionista de novelas gráficas como Nimona (2012) o Leñadoras (2016) Noelle Stevenson y producida por Dreamworks Animation Television, consta de dos temporadas completas – la primera de 13 episodios y la segunda formada por 7 partes. Igualmente, está programado el lanzamiento de una tercera entrega el 2 de Agosto de 2019.
A pesar de su innovación y aportación al mundo de la animación en cuanto a temáticas complicadas y controvertidas en un formato para público “más joven”, la serie todavía no ha conseguido ningún premio. No obstante, ha sido nominado al programa excepcional para la familia y niños por la GLAAD Media Awards, al casting excepcional para una serie animada por la 46th Daytime Emmy Awards, y la nominación a la mejor animación/ Serie TV familiar por los Golden Trailer Awards.
¿Dónde comienza la aventura?
El mundo fantástico de Etheria está dividido en distintos reinos y la conocida “Zona del miedo”. Ésta se encuentra habitada por la Horda: un grupo de soldados con la misión de derrotar a las malvadas princesas de cada reino. Nuestra protagonista es Adora, una huérfana criada por la Horda dónde conocerá a su inseparable amiga, Catra, y dónde se convertirá en la recluta más brillante del lugar. No obstante, todo se viene abajo cuando Adora encuentra la espada mágica de Greyskull, la que le otorga diversas habilidades; entre ellas, adoptar la forma de She-Ra, una figura con un inmenso poder. En uno de sus encuentros con la espada, una de las princesas Glimmer junto a su amigo, Bow, presencian toda la escena y capturan a Adora para llevarla ante la reina.
A partir de aquí, los tres personajes se verán obligados a cooperar y a conocerse. Gracias a ello, Adora descubrirá la mentira en la que ha estado viviendo: la Horda ha estado tratando de destruir Etheria para hacerse con el poder de todos sus reinos. Entonces, Adora comprende que ella ha sido elegida para ser la próxima protectora de los reinos y que ha de salvarlos del poder destructivo de la Horda.
Innovando en la animación: temáticas que sobrepasan los límites morales
Como podemos intuir, la premisa de She-Ra y las Princesas del Poder es muy sencilla: un mundo fantástico dividido por las ansias de poder de un grupo malvado. Sin embargo, todo eso será pura apariencia. La serie es poseedora de unas bases argumentales sólidas y profundas, las cuales tendrá como ejes principales las ambiciones y personalidad de sus personajes cuya evolución será la responsable de mover la trama adelante. En otras palabras, la temática “magical girl” será solo el detonante del argumento. Detrás de la aparente superficialidad de la trama encontraremos temáticas que girarán alrededor de la inteligencia intrapersonal e interpersonal, así como a las jerarquías de poder dentro de un sistema corrupto.
Así pues cada episodio nos mostrará dos objetivos – uno consciente y otro inconsciente – donde se creará una estrecha relación entre la acción que se sucederán en los argumentos y los deseos individuales de los personajes. De esta forma, cada capítulo nos mostrará nuevos puntos de vista y desarrollará temáticas universales. Así, la diversidad de ideas en la serie aportará cuestiones acerca de la pérdida de la identidad, el papel del liderazgo, la imagen pública, la aceptación de uno mismo, la madurez personal, la toxicidad en las relaciones, la manipulación y el control. Dichos temas se reiterarán durante la serie aplicándose en la evolución de varios de los personajes – desde las princesas de la rebelión hasta Catra – debido a su posición en la realeza y el impacto en su entorno.
Un ejemplo claro podría darse en el episodio 11 que se centrará en la relación de la infancia entre Catra y Adora. El objetivo consciente de ambas será cooperar con la otra para encontrar una salida del templo de Light Hope, mientras que su objetivo inconsciente será tratar de averiguar porqué su amistad ha sido destruida. Estos objetivos darán paso a un debate indirecto entre los personajes poniendo sobre la mesa diferentes anhelos como parte del proceso individual de cada una. Por un lado, Adora se referirá a su condición de imagen pública como She-Ra, a su compromiso por la justicia y a la pérdida de su propia identidad. Por el otro, Catra se replanteará su propia traición, el abandono en su amistad con Adora, el abuso de la Horda y el vacío emocional provocado en su infancia.
Evolución de personajes: el camino de la heroína y la villana
Uno de los grandes aspectos fuertes de la serie es la forma en la que introduce sus personajes y conectan con su audiencia través de su desarrollo; ya que, si algo es loable en la producciones de animación es conseguir que unos “dibujos en movimiento” consigan narrar una historia de la manera más emotiva posible. Así pues, She-Ra y las princesas del poder consiguen de forma impecable transmitir el trasfondo de sus personajes dotándolos de vida con una enorme humanidad ¿Cómo lo consiguen sus creadores? Como ya hemos comentado anteriormente, la combinación de temáticas universales y la evolución de los personajes será clave para aportar verosimilitud al storytelling. De esta forma, los temas serán usados en el momento preciso resultando en un impacto realista y atractivo en sus personajes. A su vez, la trama ganará organicidad al proseguir independientemente del estado de los personajes poniéndolos en situaciones realmente interesantes. Como ejemplo clave tendríamos la relación Adora/Catra cuyo impacto dirigirá la trama como parte de su condición de líderes públicos dentro de la historia.
Estos personajes destacarán, no solo por el conflicto que mantendrán entre ellos, sino por la evolución que realizarán a lo largo de la serie, especialmente Catra. Siendo un personaje claramente antagónico, su esencia residirá en las consecuencias directas de las elecciones erróneas de la heroína, Adora, así como de los malentendidos que éstas provocarán. Así pues, el camino de Catra será un intento de búsqueda de estabilidad y de control de su vida a través de la aceptación y admiración de los demás. Al quedarse sola, su mundo se viene abajo y su forma de sobrellevarlo será mediante la adquisición obsesiva por el poder; a pesar de sus sentimientos hacia Adora, su mejor amiga. No obstante, sus ansias de poder quedarán insatisfechas debido a su verdadero deseo: recuperar a su amiga, cosa que ya resultará imposible. Catra enmascarará sus inseguridades de forma tóxica a través del resentimiento y odio hacia Adora. Sin embargo, la serie jugará con el estigma que caerá sobre ella como “villana” para que el espectador se plantee la siguiente pregunta: ¿realmente, Catra es la antagonista?
De esta manera, la serie se replanteará la ruptura de los estereotipos canónicos entre el héroe y el villano, un concepto en auge desde hace tiempo dentro de la ficción. Éste defiende la creación de personajes que no encajan en su totalidad en los bloques de “lo malvado o lo benévolo”, por lo que las concepciones morales entre “lo bueno y lo malo” se ven obligadas a desaparecer. Así pues, tanto Adora como Catra formarán caminos paralelos movidos por sus anhelos personales y no motivados por sus condiciones de “heroína” y de “villana”. Solo serán dos chicas cuya relación se ha roto que tratarán de hacer lo que considerarán correcto para su entorno. Entonces, ¿existe una distinción entre quién es “buena” y quién es “mala”?
Los roles de género: una nueva era en las temáticas de la animación y representación de estereotipos
Desde un inicio, la animación televisiva – a excepción de algunos sectores del anime – ha estado asociada con la audiencia más joven e infantil. Este malentendido podría darse debido a fines comerciales que muchos vendedores de juguetes han impuesto sobre este método de producción audiovisual. Su objetivo es utilizar la animación como una vía para atraer a los niños hacia sus productos a través de una atractiva historia. No obstante, desde la aparición de nuevas series, ese objetivo se ha dejado de lado para poder narrar historias de una forma más libre. De este modo, se puede comenzar a sospechar el inicio de una nueva etapa en la animación televisiva marcada por la preocupación y por la concienciación social ante temas controvertidos. Sin embargo, ¿qué ha impulsado esta voluntad moral dentro de los creadores de contenido en la animación?
Desde la aparición y popularización de las nuevas plataformas audiovisuales de pago como Neftlix, HBO o Amazon, los autores tienen más libertad creadora de los productos emitidos. La audiencia que recibe estos contenidos es la que “ha pagado” la plataforma, y por tanto, debe haber un interés previo en los contenidos de la misma. De esta forma, y a diferencia de las cadenas televisivas, la audiencia es la que selecciona el contenido que le atrae. Neftlix y HBO lanzan cada vez más este tipo de productos más atrevidos siendo conscientes de dicha demanda eliminando las barreras de contenido generalizado. ¿Es posible que al tratarse de contenidos fuera de lo común aparezca una audiencia diferente para los antiguos géneros y formatos? ¿Podríamos llegar a visualizar un cambio de audiencia en la animación? La idea de un nuevo sector en la industria de la animación dirigida para adultos es bastante posible. Dado a esta nueva era en la animación, el hecho de que se traten temas del gran importancia y complejidad ya es una realidad. Sin embargo, muchas de estas series aún están dirigidas a un público familiar debido a los prejuicios que siguen rodando entorno a los productos de animación. No hay duda de que la animación sigue etiquetándose como “infantil”, pero claramente existe una nueva tendencia que puede cambiar dicha percepción.
She-Ra y las princesas del poder – al igual que Steven Universe – han sido las series de animación que más debate han suscitado. Al ser series cercanas a un público joven tienen el poder de influenciar sobre la opinión de su audiencia y, de esta forma, crear un mundo más tolerante y consciente de los valores que transmiten. Un ejemplo podría aplicarse a las diversas veces en las que los personajes tratan de subvertir los roles de género. En la serie vemos que la rebelión – encargada de luchar contra la Horda – está formada en su mayoría por miembros femeninos. No obstante, tanto los personajes protagonistas como los secundarios muestran su personalidad de una forma diferente, ya sea su forma de actuar, vestir o expresarse ofreciendo una ruptura de los patrones asignados a cada género. Un ejemplo válido serían los personajes de Bow y el capitán Seahawk con quienes se debate la expresión de sentimientos y la imagen propia, patrones estereotípicos relacionados con la feminidad. Asimismo, también será importante la representación e integridad de personajes LGTBI en la serie como Scorpia o la familia de Bow, que son abiertamente homosexuales.
De esta forma, entrará en juego el concepto de normalización basada en representar de forma natural diferentes grupos oprimidos o estereotipos sociales relacionados con la discriminación por nacionalidad, etnia, sexualidad o género. Así, su objetivo principal no será otro que erradicar la intolerancia, la que, por supuesto no estará exenta de debates entre el público más conservador. Entonces, una de las razones principales por las que She-Ra y las princesas del poder destacará será la forma de implicarse en normalizar de manera orgánica diferentes puntos de vista acerca de nuestra sociedad actual. Uno de los ejemplos más visuales serán el diseño de los propios personajes donde los roles entre lo femenino o lo masculino no estará definidos dentro de los cánones establecidos.
Conclusión y relación a la original
El sector de producción en el mundo de la animación está cambiando cada vez más rápido. La tecnología y nuevos medios, no solo abren las puertas a nuevas técnicas y métodos, sino a productos para diferentes públicos. El concepto de She-Ra y su nueva adaptación ha logrado recrear su esencia original en un nuevo formato dentro de esta nueva era en la animación contribuyendo, así, en un cambio en el sector. De este modo, la serie crea un gran avance positivo en cuanto a la tolerancia que transmite a su audiencia, sobretodo la más pequeña, que crecerá asimilando a colectivos «marginales» como parte activa en la ficción y, por tanto, en la sociedad. She- Ra no solo nos presenta un mundo mejor, nos ayuda a crear uno.
En definitiva, She-ra nos presenta Etheria, un mundo donde no existen barreras discriminatorias en cuanto a género, raza o sexo. Dónde cada persona tiene su forma de ser y dónde, a pesar de la guerra, siempre hay una rebelión llena de esperanza. Un lugar donde la magia es encontrada en la tecnología y naturaleza, y dónde la realidad convive con la ficción demostrando, así, que un mundo igualitario no es una simple historia de fantasía. Ya que al final, los únicos que debemos hacer justicia por nuestro mundo somos nosotros: todos somos nuestros propios héroes, todos somos nuestra propia She-Ra.
Estudiante de animación en la u-tad