«Toy Boy» (Netflix, 2020): la inocencia manchada de Hugo Beltrán y la atracción por la corrupción y el sexo
Tal y como pasó con “Vis a Vis” o “La casa de papel”, en Antena 3, la serie “Toy Boy” tampoco tuvo el éxito esperado que sí ha obtenido en la plataforma en streaming de “Netflix”. La crítica nacional se ha visto marcada tras el éxito internacional de “Toy Boy”, quien se ha llegado a posicionar en el primer lugar del “Top 10” de “Netflix” en España durante el confinamiento y algunos de los ingredientes más seductores de este producto son precisamente (la insinuación) del sexo (y sus fetiches), el dinero (y las ansias de poder de familias ricas enfrentadas), la fiesta (y las drogas) como “alicientes” para la audiencia.
La serie empieza con el personaje de Hugo Beltrán, un stripper del club “Inferno” con un cuerpo esculpido y atractivo que de madrugada despierta en un velero tras pasar una noche de fiesta y de desfase en el que aparece el cadáver calcinado de un hombre. Tras esa noche, Hugo va a la comisaría de policía en la que declara que no recuerda nada de lo ocurrido en la noche del crimen, pero asegura que él no ha sido el asesino de ese hombre quien, presuntamente, es el marido de la Macarena Medina, una de sus clientas del “Inferno” para la cual trabajaba como su acompañante sexual, más bien, como un objeto sexual al que trataba de manera déspota porque ejercer su poder (monetario) suponía un placer (sexual y de poder).
Hugo considera que es la víctima de un montaje policial en el que él es la cabeza de turco de una maraña de mentiras de la familia de Maca quien, tras un juicio rápido (y un proceso policial con bastantes errores), es condenado a quince años de cárcel. En ese punto es en el que, tras siete años en la cárcel, recibe la visita de Triana Marín, una jovencísima abogada (en redes sociales, por ejemplo, la selección de esta actriz supuso una de las críticas a la serie por su supuesta falta de credibilidad de que ella pudiera ser la abogada de Hugo cuando, poco antes, había sido Marina una de las protagonistas adolescentes de la serie “El internado” y Alison Parker en “La casa de papel”). Es la mejor abogada junio de un importante bufete que se ofrece a ayudarlo y llevar su caso como un supuesto “probono” del bufete, es decir, como uno de los casos por los cuales el bufete no cobra pero que, gracias a él, obtiene una mejora de su reputación a nivel social. No obstante, Hugo desconfía de que deseen ayudarlo pero finalmente accede y Triana pretende obtener de ese caso el reconocimiento por parte de sus superiores. Consigue la libertad condicional pendiente de la celebración de un nuevo juicio en el que deberán ser capaces de demostrar su inocencia.
Hugo y Triana pertenecen a esferas distintas: ella es una abogada con un futuro prometedor, es la mejor abogada “junior”, es responsable y muy trabajadora mientras que él es el mejor “stripper” y más alabado, ex presidiario y socialmente conocido como si hubiese sido el verdadero asesino de Philip Norman, el marido de Macarena Medina. Ambos trabajarán juntos para intentar defender la inocencia de Hugo pero las dificultades serán la tónica principal porque, a través de su investigaciones con pruebas que no han sido ofrecidas por la propia policía, pueden descubrir la ocultación de pruebas intencionadamente por su parte y, por tanto, un caso de corrupción en el poder policial de Marbella. Durante los trece capítulos de la serie, Hugo y Triana arriesgarán sus vidas para intentar obtener información a medida que empieza a fraguarse una relación entre ellos. Triana empieza a actuar de un modo que no se ajusta a su propio carácter e infringe el compromiso profesional de no mantener relaciones con sus propios clientes. Se forma, de este modo, un triángulo amoroso entre la experimentada, poderosa, soberbia y fetichista Macarena (con la cual Hugo tuvo encuentros sexuales en fiestas de orgías), Hugo y la joven y responsable Triana, quien pretende actuar, en términos generales, desde su ética aunque acaba cayendo en patrones de conductas más propios de Hugo, quien no teme en tomarse la justicia por su mano.
En definitiva, aparte de este triángulo amoroso, la corruptela de la ciudad, podemos apreciar también el enfrentamiento entre dos de las familias más poderosas y ricas: los Medina y los Rojas, los cuales querrán llegar a competir por obtener el contrato para la construcción de un nuevo puerto marítimo de la ciudad y cuya reputación acabará manchada por la relación entre las muertes de Philip Norman y la del nieto de los Rojas. No podemos contar cómo termina la trama, pero sí podemos asegurar que el desarrollo de la investigación irá por cauces legales y otros de investigación independiente las cuales aportarán pruebas suficientes para hallar al verdad.
De este modo, la serie transita entre el thriller policíaco y la criminalística con toques románticos, aunque otra de las críticas que se ha llevado es, precisamente, presentarse como un relato tórrido con mucho sexo para acabar resultando una exposición de muchos torsos esculpidos y desnudos que insinúan pero no enseñan, suponiendo, quizá aún choque de expectativas entre las promociones que se hicieron inicialmente con la serie.
Doctora en Filología por la Universitat de les Illes Balears (2022) y, anteriormente, becaria predoctoral con una tesis centrada en personajes infantiles creepies, discursos de maternidad contemporánea, New Horror y narrativa transmedia. Máster en Lenguas y Literaturas Modernas (especialización en estudios literarios y culturales, UIB); Máster en Formación del Profesorado (Lengua y literatura, UIB) y Posgrado en el uso del cine como recurso educativo (UNED). Interesada en las representaciones audiovisuales infantiles y las maternidades contemporáneas, además de la aplicación del audiovisual y la narrativa transmedia como recurso educativo.