Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

5 razones para ver «Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses» (2013)

En 2015 se estrenaba el esperado regreso televisivo de la serie más icónica de la animación japonesa: la franquicia Dragon Ball. Su primera emisión sería con las aventuras de Goku y Bulma por encontrar las famosas “bolas de dragón” en 1986; hasta que Toei Animation ampliaría la mitología de la serie en estas últimas décadas con Dragon Ball Z, Dragon Ball GT y, la recientemente terminada Dragon Ball Super, de la que Nacho Pillonetto ha realizado un exhaustivo seguimiento durante su emisión en Japón. Esta vez, damos nuestras 5 razones para ver el largometraje Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses:

1. La unificación del universo Dragon Ball. Estrenada en 2014 en España gracias a la distribución de Selecta Visión, La Batalla de los Dioses será la decimoctava película del universo Dragon Ball convirtiéndose en el también esperado retorno de la franquicia a la gran pantalla, la que no realizaba ninguna producción desde 1996. Dirigida por Masahiro Hosoda y con una estricta supervisión de Akira Toriyama, la cinta servirá de germen para la premisa argumental de Dragon Ball Super (2015-2018) la que iniciará la mitología de los dioses de la destrucción y la aparición de los Super Saiyan Dioses (como ya ha recapitulado Pillonetto en el link anterior). De esta manera, la película se centrará en la introducción de Bills, dios de la destrucción que resurgirá tras décadas de hibernación para descubrir el nuevo y misterioso poder de los Saiyans. Una nueva forma de ampliar el universo Dragon Ball a partir de los múltiples ejercicios transmediáticos que nos proponen y que finalizarán con la película de 2015, Dragon Ball Z: La Resurrección de F.

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Bills, dios de la destrucción, junto a su compañero Wiss.

2. El desarrollo argumental. Durante la producción de la película, el propio Toriyama admitiría que buscaban una aproximación «a los viejos tiempos» con una «atmosfera original con un sabor moderno». Con estas palabras, su creador se referiría a la bizarra propuesta narrativa de La Batalla de los Dioses que sugerirá un acercamiento al ritmo y tono del primer Dragon Ball. Un tono completamente más irreverente, divertido y extravagante en el que encontraremos unas situaciones que chocarán con la nueva iconografía del universo de la serie. Así, la gran mayoría de la acción se trasladará a la Tierra, donde se celebrarán una macro-fiesta por el cumpleaños de Bulma. Allí, Bills hará acto de presencia amenazando con destruir el planeta; una acción que tendrá ocupado a Vegeta, quien tendrá que mantener al dios contento para impedir la inminente destrucción de la Tierra. Una premisa que dará pie a un sin fín de absurdas y desternillantes situaciones en clave paródica y que pondrán de manifiesto la intención de desmitificar el universo Dragon Ball.

3. La espectacularidad. Sin embargo, a pesar de su extraño desarrollo argumental, la película también dispondrá de espectaculares batallas al más puro estilo de la serie que se verán potenciadas por la combinación de la animación tradicional con efectos en 3D. Una técnica que aportará dinamismo a las escenas de acción y que estarán más trabajadas que en Dragon Ball Super, un aspecto que ha sido fuertemente criticado en esta nueva entrega.

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En la película se vuelve al Dragon Ball más divertido y alocado

4. La nostalgia. Si la vuelta de la serie tras casi una década de la última entrega ya suponía un ejercicio de nostalgia muy importante, como ya comentó Pillonetto en sus 5 razones para ver Dragon Ball Super; La Batalla de los Dioses también apelará de manera indiscutible a la memoria colectiva del fandom. Además de retomar el tono del primer anime, durante la cinta se recordarán situaciones ya vistas de una forma u otra en sus entregas de Dragon Ball y DBZ. Así como supondrá un auténtico deleite para los fans el ver reunidos a muchos de los personajes de la serie en la fiesta de Bulma.

5. Bills y Wiss. Finalmente, la configuración y dinámica que se establecerá entre Bills, dios de la destrucción, y su acompañante y maestro, Wiss, es uno de los alicientes que engancharán al espectador a la película. Unos personajes que se desarrollarán como la antítesis de todos los villanos de Dragon Ball a los que estamos acostumbrados con una personalidad paródica, pasota, impredecible y carismática (además de mostrar una glotonería inagotable y mantener constantes rifirrafes) que demuestran a la perfección el tono que adquirirá la narración.

 

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