Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«The Woolfe» o una peculiar Caperucita

Caperucita roja: Estas dos palabras son capaces de suscitar (inevitablemente), una serie de representaciones mentales que apelan a una significación compartida pues el cuento de tradición oral francesa y recogido por Perrault (1697) ha sido capaz de reinterpretarse, reimaginarse y de mimetizar con las coordenadas espacio-temporales en las que se inserta.

Ilustración de Gustave Doré

Ilustración de Gustave Doré

 

Pese a que, a diferencia de con el cuento de Alicia en el País de las Maravillas (lo vimos en un post anterior de esta sección) que sí tuvo su adaptación cinematográfica llevada a cabo por Disney entre otras diversas; Caperucita no ha sido llevada a la gran pantalla por la factoría. Sin embargo, Catherine Hardwicke (en efecto, la directora de Crepúsculo) sí se interesó por llevarla a los cines bajo el título Caperucita, ¿a quién tienes miedo? teniendo muy presente la audiencia juvenil a la cual iba destinada con un elenco de actores entre los que se encuentran: Gary Goldman como el Padre Salomón que acude ante la llamada de auxilio de la aldea Daggerhorn por la presencia de una bestia, el temido lobo feroz que atenta contra la seguridad de sus habitantes, rompiendo el pacto y devorando la hermana de la joven Valerie (Amanda Seyfried).

Junto con su enamorado Peter, intentará huir para evitar contraer el matrimonio concertado con Henry, heredero de la familia más adinerada del poblado. El lobo es capaz de adquirir forma humana por lo que la sospecha de que el lobo sea nuestro propio vecino, acentúa la alarma social. ¿Quién es el lobo? Éste habla con Valerie que es la única persona que puede escucharle porque lleva su misma sangre ya que es su padre (un licántropo, en realidad). Conocida su condición, su novio inicia una lucha con él quien desea que Valerie continúe con la tradición permitiendo la mordedura pero ella rechaza la posibilidad de ser una asesina y perpetuar la existencia de licántropos que causen miedo en el poblado. En ese momento, Peter se deja morder a sabiendas de que, de ese modo, seguirá representando el mal y el miedo asolando Daggerhorn.

CINE. Hardwicke

Película «Caperucita, ¿a quién tienes miedo?»

 

Hardwicke nos presenta, por tanto, un film en el que subyace una historia de amor aparentemente imposible por los códigos sociales en los que una Valerie crecida (y “adultizada” con deseos sexuales evidentes) debería haberse casado con quien sus padres obligaban pero con los cuales rompe. Una Caperucita protagonista distinta al original aunque manteniendo su belleza y su caperuza roja como símbolo de identidad inconfundible, con la presencia del lobo que acaba compartiendo la misma sangre que nuestra protagonista (el mal está en casa) enmarcada en una trama más compleja en un ambiente gótico donde se dibujan el peligro y el miedo.

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Bajo la premisa “This is not a fairy tale. There is nothing fair about it” empieza el videojuego “The Woolfe” (GRIN, 2015) se esconde la historia de una Caperucita indagando en las vivencias biográficas pasadas determinantes para configurar la nueva identidad de la protagonista y convirtiéndola en una heroína que se mueve por sed de venganza por la muerte de sus padres. La venganza y la ira son los motores que le permiten seguir adelante tras la muerte de su padre desde hace cuatro años en un supuesto accidente aunque ella considera que su muerte tiene un responsable con nombre y apellidos: B.B. Wooolfe, el responsable de la desaparición de muchas chicas de ULRICA.

La situación de orfandad que marca un punto de inflexión en la personalidad de esta Caperucita (al igual que marcó sustancialmente a Alice en el videojuego Alice: Madness Returns) la obliga a madurar forzosamente a su edad de alrededor de catorce años aunque aprende de lo que su abuela le enseña a cazar, correr y luchar para ser capaz de enfrentarse al mundo de forma autónoma sin más ayuda más que de su propio cuerpo e inteligencia. Esta Caperucita deberá ir recopilando pistas a través de libros, noticias y papeles del archivo abandonado sobre los negocios de su padre para intentar alcanzar la verdad. En ellos halla un informe sobre un hombre sospechoso de múltiples desapariciones de mujeres y también de la desaparición de su padre y es, en ese momento, cuando ella se equipa de su arma (un hacha) que le permitirá luchar contra todo aquel que se interponga en su camino y que le impidan alcanzar su objetivo.

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Lucha contra enormes ratas las cuales mata en el alcantarillado y va tras su enemigo, el flautista (con ecos a Pied Piper) que parece provocarla y sacarla de quicio mientras ella va contando la historia de amor de sus padres ofreciéndonos pequeñas cápsulas de su historia y la de su familia que nos permiten a los jugadores un mayor entendimiento del pasado que condiciona su truncada identidad presente y una mayor identificación con su causa y su lucha.  Caperucita le pregunta directamente si fue realmente él quien se llevó a sus padres pues busca y necesita respuestas. Después encuentra el paradero donde llevaba las chicas que secuestraba donde el miedo se palpaba en las cuatro paredes (“The devil’s dormitory spooks the crap out me”) y, en adelante, consigue colarse en las fábricas de B.B.Woolfe donde lucha con toda clase de soldados de relojería a medida que va desbloqueando diferentes partes de un diario que le van desvelando información sobre su pasado. La tristeza por los recuerdos de su madre fallecida se van desvaneciendo así como se desvanecen, también, los familiares días de picnic: la tristeza incentiva e incrementan su rabia y fortalecen su carácter y su actitud luchadora, convirtiéndola en una asesina y heroína en busca de la justicia.

 

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