El Halloween más estrambótico jamás visto. «Pumpkin Patch»
Todos los seguidores de las producciones de terror de Ryan Murphy esperamos con impaciencia los especiales que, como si de un ritual se tratara, elabora para celebrar la fiesta de Halloween. Pues bien, esta semana asistimos al más desmadrado hasta el momento de los episodios de Scream Queens, Pumpkin Patch. Un episodio que no tiene desperdicio y que está plagado de homenajes a series de televisión y a películas icónicas del suspense y del terror. Un episodio que puede definirse como de auténtico desmadre y como buen desmadre que es provoca las carcajadas desde el inicio hasta el final.
Pero vayamos por partes, las Kappa Kappa Tau en pleno organizan una sofisticada fiesta de Halloween. Evidentemente, es una fiesta con un diseño cuidado hasta el último detalle por la sin par Chanel Oberlin y por su lugarteniente psicópata Hester: una hilera de columnas con calabazas iluminadas conducirá a una especie de rotonda con una fuente en el centro que dará entrada a un misterioso laberinto. La reunión compartida por la hermandad masculina se verá truncada por la negativa de la decana Munsch a dicha celebración dado que todos ellos son víctimas más que potenciales del diablo rojo asesino. Incluso algunos de los asistentes a la reunión han sido desmembrados por el enmascarado aunque parece que no les ha afectado excesivamente por lo que vemos en la escena.
Simultáneamente a la organización de la fiesta se produce la lucha por el poder en las KKT ya que la fiesta es el gran acto central de la campaña para la renovación del cargo de la número uno. Como no podría ser de otro modo, la fiesta va a ser temática y las Chanels encarnarán a las viudas más famosas de presidentes norteamericanos . ¿ Se os ocurre alguna candidata para ser Jackie Kennedy? Pues sí, Chanel number one.
Es aquí donde empezarán a dar extrañas y estrambóticas situaciones que se encadenarán de manera orgánica en el episodio, que va a seguir como hasta el momento las dos grandes líneas temáticas de la serie: la de las KKT y la de la investigación por descubrir quién es el misterioso demonio pertrechado con los instrumentos de asesinar más campestres y agrícolas que nos podamos imaginar.
La vida en la sororidad no será fácil para Chanel, todas sus seguidoras desean destronarla y pondrán en marcha toda su artillería pesada para conseguirlo: la acusarán del asesinato de la señora Bean y será arrestada y llevada a la cárcel donde vivirá la más memorable escena paródica de la serie de Netflix Orange is the New Black, una vez fuera de la prisión verá cómo una de las Chanels se ha apropiado de su disfraz en un claro acto de insumisión que tendrá su castigo, y, finalmente, se dejará en suspenso el resultado de la votación en la que puede perder el cargo en favor de la primera afroamericana que puede ver cumplido su sueño de igualdad racial y alcanzar la presidencia rompiendo el secular establishment de los blancos. ¿A qué también recuerda a alguien?
Al mismo tiempo la inefable Denise acompañada de Gigi, Grace y su padre irán en busca de una de las chicas de la sororidad desaparecida en el episodio anterior. La búsqueda conducirá a este equipo de expedicionarios a la guarida del demonio rojo que aterroriza la Wallace University. Una guarida que se nos ha presentado anteriormente y que será un hilarante homenaje a uno de los grandes films del terror: The silence of the Lambs de Jonathan Demme. Nuestro demonio, por el que sentimos en este episodio hasta una cierta ternura, tendrá una quirúrgica sala de torturas repleta de ganchos para colgar a sus víctimas, de sierras mecánicas y de instrumentos de jardinería en el más puro estilo chainsaw-massacre como no podría ser de otro modo; pero también tendrá su espacio de costura. Él (o ella) mismo (o misma) cose sus propios disfraces que primorosamente prueba en un maniquí, selecciona las telas para sus capas y fabrica sus máscaras de entre las que sobresale una en la que ha acoplado un gadget de visión nocturna. La broma está servida, pero también el planting para una de las más divertidas escenas del episodio en el que Denise y Gigi, nuestras Clarices particulares pertrechadas con unas pistolas inmovilizadoras, serán acosadas por el demonio rojo. El desarrollo de la escena es digno de ver, como también su final sorprendente en el que se nos desvela la relación entre el asesino y uno de los personajes principales. Un final sorprendente e inesperado, sin duda.
Pero no acaban aquí los homenajes cinematográficos ni las persecuciones de un persistente asesino que tiene una fijación con las KKT. Esta vez será una combinación de dos laberintos imprescindibles, el primero pedido expresamente por Chanel para su fiesta que no es otro que el de The Shining el segundo vendrá directamente de Labyrinth de Jim Henson. La caza de la Chanel insumisa a la que nos hemos referido antes y de los dos miembros de la hermandad masculina vestidos de rojo y azul como los caminos entre los que se debe elegir en el laberinto hensoniano dará lugar a una disparatada escena protagonizada por unos universitarios más que torpes perseguidos por un demonio armado con unas enormes tijeras de podar, rojas cómo no. De nuevo el equipo capitaneado por Ryan Murphy integrará de manera magistral la parodia en un argumento que avanza ya rápidamente como el grado de locura de las imágenes que nos presenta cada semana; pero también Murphy nos presentará un ejercicio de estilo sorprendente al usar un mismo referente, The Shining, en dos obras propias cuyos tonos se sitúan en las antípodas: Scream Queens y American Horror Story Hotel. El neobarroquismo en estado puro.
Lo mejor/lo peor: la serie mantiene las reglas del juego marcadas desde el primer episodio y las amplifica de manera gradual; por eso, si hemos entrado en él, la serie nos encanta, si no, todo lo contrario. Lo mejor de la serie y lo peor está en manos del espectador.
Lo auténticamente memorable: la escena Orange is the New Black. Priceless!!!
Doctora en Filología Hispánica por la Universitat de les Illes Balears. Ha sido investigadora principal del grupo RIRCA y ha dirigido tres proyectos de investigación nacionales competitivos financiados por el gobierno español. Actualmente forma parte del proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Trabaja en ficción audiovisual en plataformas diversas, especialmente en temas de arquitecturas narrativas. Tiene una especial debilidad por el posthumanismo y ha publicado distintos trabajos en revistas indizadas y editoriales de prestigio internacional.