Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

El homenaje a lo tribal: «Los asesinos de la luna» (Martin Scorsese, 2023)

A Martin Scorsese no le hace falta hacer una película de 3 horas y 26 minutos para posicionarse por encima de cualquier director actual porque no lo necesita, porque es, efectivamente, Martin Scorsese, y nadie duda que haga buen cine. Pero hacer un largometraje de una duración tan sumamente larga roza lo extravagante. Entiendo que, a lo largo de la historia del cine las películas largas (Lo que el viento se llevó (George Cukor, 1939), Érase una vez en América, (Sergio Leone, 1984)) se han posicionado por encima del resto, pero no es una película que hable sobre temas complejos o que tenga un nivel de profundidad emocional que va más allá. No, es una película de asesinatos. Aviso de que este artículo contiene spoilers.

Desde que Scorsese empezó su carrera como cineasta a finales de los años 60, nos ha brindado grandes piezas audiovisuales, desde El tren de Bertha (1972), pasando por El rey de la comedia (1982) hasta El lobo de Wall Street (2014), pero hay algo de lo que peca el director newyorkino y es en la reiteración del género mafioso desde que estrenó Uno de los nuestros en el año 1990. Me da la sensación de que, cuando estoy viendo una película de trama mafiosa, es la misma una y otra vez. Los asesinos de la luna no se diferencia mucho de El irlandés (2019)de Gangs of New York (2002), o de Infiltrados (2006), son diferentes películas con la misma trama, obviamente en contextos y épocas diferentes, pero con el mismo patrón y con la misma narración. No estoy criticando la manera que tiene de hacer cine, pero se podría a aventurar a cambiar sus tramas argumentales de tanto en tanto.

Mollie (Lily Gladstone), William Hale (Robert de Niro) y Ernest (Leonardo DiCaprio) el día de su boda.

La película trata sobre los asesinatos cometidos contra personas pertenecientes a la Nación Osage, una tribu originaria de Estados Unidos que a principios del siglo XX encontraron petróleo en sus tierras. Los hombres blancos que vivían en sus tierras estaban a su disposición y veían los matrimonios con las mujeres osage como una inversión. A raíz de esa inversión comienzan los asesinatos para que el patrimonio de los nativos quede en manos de las personas blancas que se han casado con ellos. Asesinatos a sangre fría para conseguir un dinero y unas tierras que después, seguramente, los estadounidenses reclamen que ha estado en su familia durante generaciones. Realmente resulta increíble que estas cosas pasen, pero si se pone en contexto, la época en la que está basada la película, se hacían este tipo de atrocidades (y aún a día de hoy se siguen haciendo). Ernest (Leonardo DiCaprio) decide involucrarse en la matanza de la familia de su mujer para quedarse con el dinero y las tierras que han pertenecido a los nativos americanos durante tantos años, pero su tío lo ve como una «inversión». Es increíble.

En cuanto al film (ya he recalcado que me parece ridículamente larga) encuentro que es demasiado contemplativa en cuanto a guion se refiere; la fotografía es sublime y ahí es donde se nota la marca enunciativa de Scorsese, los barridos de cámara, los flashbacks, la infinidad de referencias cinematográficas incluso a su propio cine y la veracidad con la realidad. La película no me desagradó en absoluto, creo que es de una calidad sublime, aunque tiene unos cuantos peros: la actuación de DiCaprio me parece nefasta y sobreactuada: esa sonrisa invertida tan poco natural y la mandíbula hacia adelante me parece tedioso,  no como la de su compañera Lily Gladstone que es infinitamente mejor y Robert de Niro que está estupendo, como siempre, en este tipo de películas. Martin Scorsese saca lo mejor de él sin duda; llevan 50 años y 10 películas juntos. Como he recalcado antes, la película es un poco contemplativa, pero no pierde el ritmo demasiado, sino que va profundizando poco a poco hasta que llega a un clímax y se va resolviendo el caso. Además, el final me recordó mucho a Uno de los nuestros.

Leonardo DiCaprio como Ernest Burkhart.

Ya es tradición que las películas de Scorsese sean nominadas a todas la categorías de los premios Oscar y no resulte galardonada con nada como pasó con Gangs of New York o El irlandés. Obviamente, va a estar nominado Leonardo DiCaprio como mejor actor y si lo ganara, para mi ya perdería la poca reputación que le queda a la academia de cine estadounidense, aunque sí que puede haber alguna posibilidad para Lily Gladstone como mejor actriz, Rodrigo Prieto por la fotografía e incluso es posible la estatuilla por guion, pero ya se verá.

Una de las cosas de las que pecan las películas actualmente es que no hay una trama original, y por muy buena que sea esta película, porque lo es, no surge de la mente de un guionista brillante, sino que esta basada en la realidad. Y es verdad que hay que contar las historias de todo el mundo, y la realidad supera a la ficción, sí, pero no estaría mal que hubiera algún guion original que  resaltara por su particularidad. En definitiva es una película que está bien resulta y eso se debe, entre otra muchas cosas, a que hay alguien detrás de la cámara que tiene una infinidad de experiencia en como hacer las películas, ya no de como, sino de hacerlas bien. Animo a todo aquel espectador que sea amante del cine a ir a verla ya que quedará más que deleitado con el resultado de esta obra, con un Martin Scorsese poniendo punto y final (literalmente) a esta historia, y actuando (dios quiera que aún no) como si fuera su última cinta detrás de la cámara.

 

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