Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Las otras caras del genio

El pasado mes de abril los medios de comunicación anunciaban el estreno de “la primera serie de ficción” de National Geographic, Genius (Brian Grazer, Ron Howard y Gigi Pritzker, productores ejecutivos). Diseñada para desarrollarse en 10 episodios y basada en el libro Einstein: Su vida y su universo, de Walter Isaacson, esta coproducción en la que también participan Fox 21 Television Studios, Imagine TV y OddLot Entertainment está ahora mismo en nuestras pantallas. Esta entrada del blog, pues, no puede sino dar una visión incompleta de ella, y es posible que quede alguna sorpresa pendiente que tengamos que comentar más adelante.

National Geographic describe Genius como “una serie que analiza la turbulenta trayectoria vital de un físico que acabaría convirtiéndose en icono mundial” (www.nationalgeographic.es/video/tv/genius). Visto esto, cabría interrogarse sobre la definición mediática del producto como pura “ficción”. No dudo de que tanto el libro que se usa de base como la propia serie incluyan elementos ficticios y/o situaciones ficcionalizadas, pero Einstein no fue un personaje, sino una persona, y National Geographic insiste, además, en que su oferta “pinta un retrato certero del auténtico Albert Einstein en toda su complejidad”. Los límites entre realidad y ficción, serie de entretenimiento y documental, historia y recreación se ponen aquí en cuestión, colocando al público en una situación de espectador activo por necesidad: ¿cuánto de lo que vemos en Genius es cierto? ¿Qué está poetizado, metaforizado, exagerado, suavizado, manipulado…?

Además de su cualidad (o no) de serie de ficción, Genius puede hacernos pensar en otras cuestiones de calado para los Estudios Televisivos que nos ocupan en este espacio virtual. Por ejemplo, el papel de las cadenas y las productoras y su (auto)definición desde el punto de vista tanto comercial como cultural. El hecho de que esta versión de la vida y el trabajo de Einstein nos llegue de la mano de National Geographic, ¿le otorga una mayor credibilidad? ¿Le presuponemos más calidad? ¿Nos sitúa en una expectativa determinada como consumidores/as? ¿Nos educa, nos informa? En mi experiencia de visionado hasta la fecha, National Geographic se aprovecha de su prestigio en el ámbito de los documentales y la fotografía “seria” para vendernos una serie que es, como poco, desigual. Su ritmo no es uniforme; la promesa de presencia de Geoffrey Rush como el Einstein anciano no compensa la mucho más prolongada actuación, de registro muy limitado, de Johnny Flynn como un Einstein más joven y algo antipático; y su estilo visual nos hace pensar en ocasiones que estamos ante una recreación de hechos para un documental al uso.

los dos Einstein

Otro asunto de interés que puede plantear Genius es la (re)construcción de la imagen de Einstein desde el siglo XXI. Pretendiendo que humaniza, la serie desmitifica al científico a veces hasta extremos sorprendentes, y parece reivindicar la importancia de las personas que le rodearon, particularmente las mujeres. En lo emitido hasta ahora no puede negarse la labor de visibilización de la figura de Mileva Marić (interpretada por Samantha Colley), la primera esposa de Einstein, cuya ambición profesional se fundió y confundió con la de él, pero también la de sus colegas, amigos, amante-futura-segunda-esposa, etc. Episodio tras episodio la serie parece insistir en que la mente genial de Einstein funcionaba como lo hacía porque él no necesitaba preocuparse por las cosas mundanas (una no puede evitar pensar en el libro ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?, de Katrine Marçal, que reivindica el rol de la madre del archiconocido economista escocés) y en que, sin las habilidades sociales de mentores, enamoradas y amistades, él no hubiera llegado a donde llegó. Este posicionamiento complementa la imagen plana de genio indiscutible de Einstein, pero también alimenta el estereotipo del varón blanco de cerebro privilegiado al que todo se le tolera, ahora renacido en figuras televisivas como Sheldon Cooper (The Big Bang Theory).

con Mileva

Como espectadora mucho más formada en humanidades que en ciencias, por mi parte esperaba que National Geographic me ayudara a entender los procesos de creación de conocimiento de Einstein y aquellas teorías suyas que revolucionaron nuestra manera de mirar el mundo y sus fenómenos. A pesar de algunos ejemplos claros, sin embargo, he encontrado que la serie se desliza en ocasiones más hacia el culebrón que hacia la pedagogía. Volviendo a un aspecto anterior, por lo tanto, quizá me formé una expectativa por la fuente de la que venía el producto que ahora no se está viendo colmada (queda tiempo, aún no hemos llegado al final). También retomando algo de lo dicho, yo esperaba y deseaba mucho más Rush y mucho menos Flynn, y este último está empezando a hacerme difícil llegar a la conclusión de Genius.

Con todo, quedo a la espera de lo que está por venir. No dejo que la decepción parcial eclipse los aspectos interesantes que la serie ofrece y que aquí he apuntado. Por ahora, de todas formas, del conjunto de la ficción (¿?) me quedo con los minutos de metraje dedicados a Mileva Marić. El Albert Einstein de National Geographic aún no me ha ganado para su causa como personaje. A pesar de su genio y su figura.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *