Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Papa’s Goods, el punto y final de Sons of Anarchy

Siete años y 91 capítulos después, decimos adiós a una de las series abanderadas de FX Networks: Sons of Anarchy, la quintaesencia del club de moteros. El pasado 9 de diciembre el taller cerraba sus puertas para siempre, dando carpetazo a las desventuras de Jax Teller (interpretado por Charlie Hunnam) y su ecléctica familia. Desde su estreno en 2008, hemos padecido junto a ese grupo de criminales del Norte de California, residentes en una caótica ciudad ficticia llamada Charming. Kurt Sutter, el creador de la serie, había prometido una última temporada cargada de violencia y giros inesperados y así lo ha hecho. Larga vida a Papa’s Goods.

Sons of Anarchy nos cuenta las constantes disputas de poder entre Clay Morrow y Jax Teller por la presidencia del club, mientras Gemma-esposa de Clay y madre de Jax- actúa desde la sombra. Tráfico de armas, prostitución, guerras de bandas, carreras en moto y mucho drama inundan cada episodio de una serie que muchos ya se han atrevido a catalogar como una versión moderna de Hamlet.

Según el cierre que tenga una serie, esta podría ser elevada al Olimpo o condenada al Averno. Quizá la metáfora resulte un tanto exagerada, pero creo que no debe ir muy desencaminada. La conclusión para tantas historias no suele dejar conforme a todo el mundo, sino que le pregunten a los espectadores de Los Soprano (HBO 1999-2007) o Lost (ABC 2004-2010). Solo Breaking Bad (AMC 2008-2013), por citar una de las últimas, parece haber dejado un buen sabor de boca después de la emisión de Felina, la guinda a la ficción creada por Vince Gilligan. Pues bien, ahora también habrá que sumar a ese podio la conclusión de la séptima temporada de Sons of Anarchy: Papa’s Goods. Lo admito, mi objetividad ha sido mermada considerablemente, pero intentaré justificar mi opinión para que al menos puedan entenderla.

El final de esta exitosa serie reuniría ante sus pantallas a 9,2 millones de espectadores en Estados Unidos, según las agencias de medición de audiencias. Estos datos confirman la trayectoria ascendente que ha llevado desde su inicio una serie donde nunca ha faltado la polémica.

La némesis perfecta

Gemma Teller Morrow se ha convertido en la matriarca absoluta, en un papel que recuerda mucho a la Livia de Los Soprano. Si aquella anciana de mirada escrutadora era capaz de hacer temblar al capo de la mafia, Gemma ha conseguido domesticar a los delincuentes más duros de Charming. Nunca estaremos de acuerdo con sus acciones pero siempre las entenderemos, porque al final, lo único que siempre había pretendido era el bienestar de su familia. Bajo este lema, el personaje interpretado magníficamente por Katey Sagal, ha logrado hacerse un hueco como una de esas «malas» que siempre recordaremos. Su final podría leerse como una Medea invertida: trágico, sangriento pero siempre rodeada de los suyos. Tras su muerte comienza el desenlace.

Un gran número de referencias

Como todas las despedidas que se precien, hay tiempo para que veamos por última vez a todos los personajes. Chibs, Tiger y la nueva camada de moteros, los hijos de Jax, Ron Tully (interpretado por Marylin Manson), el traidor Juice, Connor y Baroski (No olvidemos el episodio anterior, para muchos un final en toda regla) . La más significativa de todas ellas la encontramos en la aparición de la mendiga que presagia el final del presidente, una alusión directa al tatuaje de la parca que decora las espaldas de los miembros del club. La perfecta composición visual de la escena de Jax, ataviado con aquella túnica en las escalinatas, no tiene desperdicio. Este guiño ha sido de los más valorados por los seguidores de la ficción, que han visto con buenos ojos aquel detalle de belleza casi poética.

Los principales personajes de la serie
Los principales personajes de la serie

Bye bye Jax

Desde que Jax descubriera el manuscrito dejado por su padre, su intento por alejar al club del crimen y las drogas no ha dado sus frutos. El buen propósito tendría el efecto contrario al deseado y así veríamos cómo el hijo pródigo y toda su banda sucumbían en un espiral de caos del que ya no podrían salir. La muerte de Opie radicalizaría al líder de SAMCRO (Sons of Anarchy Motorcycle Club, Redwood Original) hasta límites nunca antes explorados y el asesinato de Tara no haría más que convertirlo en un tipo completamente despiadado. Al final de su vida Jax comprendería que todo el daño que había hecho ya no podía arreglarse, resultando imposible iniciar una marcha atrás. Hemos sido testigos de la caída en picado de sus protagonistas una y otra vez como para creer que una segunda oportunidad sería posible. Cuando Jax ha aceptado su identidad, la abraza en la que será su última cabalgata. Sin lugar a dudas la última secuencia es la más destacada del episodio y, probablemente, también lo sea de toda la serie. La larga carretera, una horda de policías y el delincuente en su moto. Clásico y brillante aa vez.

Los finales pueden escribirse de muchas maneras, se pueden anticipar, verse venir desde el primer minuto. No obstante, esto no resta un ápice el mérito de Kurt Sutter, porque aunque la conclusión pueda ser previsible, no todos saben contar una historia con la dosis justa de épica y grandeza. Los últimos minutos han sido los más deliciosos como espectador de la serie, donde por fin descubriremos qué o quién se esconde tras Papa’s Goods. Lo vuelvo a decir, soy incapaz de mostrarme imparcial. Grandísima ficción.

Siempre nos quedará escuchar This life, de Curtis Stigers & The Forest Rangers.

 

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