Re-encuentros y supervivencia, «She wants revenge» (AHS Hotel, 5×09)
Tras el magnífico episodio de la semana anterior, Hotel vuelve a caer casi en picado en esta nueva entrega. ¿Quizás porque nos interesa poco la historia de la condesa?, ¿Quizás porque la serie ha dejado bastante de lado la historia de los demás habitantes del Hotel Cortez?… sea como sea, She wants revenge resulta, tras su visionado, bastante reiterativa y, en algunas ocasiones, incoherente en cuanto al desarrollo de algunos de sus personajes. Todavía más cuando quedan pocos episodios para finalizar la temporada y la sensación que tenemos es la de un «cierto» estancamiento.
En las primeras escenas vemos a la condesa ante el enorme boquete tras el cual había pasado bastantes décadas Rodolfo Valentino, el gran amor de nuestra vampira particular y al que recordará a través de los objetos y un discurso reivindicativo en el que pronuncia la palabra que parece que ha de servir de hilo conductor del episodio y seguramente de lo que queda de temporada : la venganza. Una venganza que parece haber planificado de manera extraordinaria y en la que el sexo juega un enorme papel. Sin embargo, las tórridas escenas que ocupan los minutos iniciales del episodio -e independientemente de su estética- solo sirven para reafirmar dos cosas ya sabidas, lo manipuladora que es ella y lo pardillos -si se nos permite la expresión- que son algunos hombres que sucumben una y otra vez a sus encantos, por cierto cuidadosamente tapados por los más estrambóticos pegotes (MPAA manda!!!).
Así, ambos planteamientos van a ocupar prácticamente todo el episodio de manera bastante lineal y con una estructura bastante clásica en cuanto a la construcción de la acción: los celos de los amantes engañados por la condesa que verán cómo las promesas de amor eterno no son ciertas, la obsesión de la condesa por Rodolfo Valentino (un personaje al que realmente deseamos ver dentro del Hotel para que se re-encuentre con Liz Taylor), su iniciada inquina contra Natascha Rambova que se dedica a ir de shopping por Berverly Hills y la casi conspiración de los habitantes del Hotel para avisar al bueno de Will Drake de que su flamante esposa no es quién él cree. Y en este último punto, destacar la intervención del ama de llaves del hotel, Miss Evers, quien nos recordará tanto en She wants revenge al personaje de Moira encarnado por Frances Conroy en la primera entrega de American Horror Story, Murder House.
A todos ellos se sumará de nuevo Ramona Royale (she wants revenge, too!!), un personaje que, sin duda, nos ofrecerá los mejores momentos del episodio centrados en el regreso al hogar tras el asesinato de su gran amor en manos de The Countess (en Mommy) donde la relación con su padre reforzará la idea de añoranza, de desesperación por la pérdida del ser querido y de sed de venganza hacia las personas que han destruido su vida. Y decimos sed a propósito porque en el episodio de esta semana, la sangre brota a borbotones saciando a los habitantes del Hotel Cortez, bien en copas de cristal bien por otros sistemas más drásticos. Incluyendo la recuperada línea argumental de los niños infectados gracias a la intervención de Alex Powell que, configurados entre niños del maíz y pandilla gamberra, camparán a sus anchas por la ciudad. ¿Se encontrarán por fin con los más que abandonados niños rubios que habitan en el Hotel Cortez?. Y ya más en broma, ¿por qué Murphy tiene una extraña fijación con los repartidores de pizza?.
Hemos dicho que el episodio es reiterativo. Buena muestra es el hecho de que todas las incógnitas que se plantean en él son ya conocidas por las audiencias: ¿cómo se vengarán de The Countess todos y cada uno de los personajes? y ¿cómo se saldrá con la suya -si es que lo hace- la ahora ya propietaria del Hotel Cortez?. Sin embargo, creo que She wants revenge plantea otro tipo de cuestiones para mí más importantes: ¿por qué no aparece más Hypodermic Sally, verdadero eje vertebrador de la vertiente lynchiana de la temporada?, ¿por qué nos llega a resultar hasta cargante el personaje de The Countess del que se nos han presentado backstories más que potentes en anteriores episodios?, ¿por qué se queda completamente aparcado John Powell tras su más que estupenda anagnóriris?, ¿cómo conseguirán remontar este -desde nuestro punto de vista- estancamiento nuestro tándem favorito?. Démosle un respiro a Hotel y confiemos de nuevo en la capacidad de sorpresa de Murphy y Falchuck.
Lo mejor: la historia de Ramona Royale.
Lo peor: los constantes altibajos de la temporada, algo que nos recuerda tremendamente a Freak Show. Y eso no es excesivamente alentador. Pero sobre todo, que se eche a perder un personaje como el de Hypodermic Sally y que no se explote más el de Liz Taylor. Son lo mejor de la temporada, sin duda alguna.
Lo más destacable: no del episodio pero sí como planteamiento personal. Seguimos confiando en AHS Hotel.
Doctora en Filología Hispánica por la Universitat de les Illes Balears. Ha sido investigadora principal del grupo RIRCA y ha dirigido tres proyectos de investigación nacionales competitivos financiados por el gobierno español. Actualmente forma parte del proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Trabaja en ficción audiovisual en plataformas diversas, especialmente en temas de arquitecturas narrativas. Tiene una especial debilidad por el posthumanismo y ha publicado distintos trabajos en revistas indizadas y editoriales de prestigio internacional.