Recap. ‘Fear the Walking Dead’: ‘The Good Man’ (1×06, fin de temporada)

Y llegamos por fin a la season finale de esta primera entrega de Fear The Waking Dead, la serie secuela de la exitosa The Walking Dead. Los muertos no nos darán tregua, puesto que nada más finalizar FTWD, va a dar inicio la sexta temporada de su serie madre. Además, AMD ha lanzado en internet el primer capítulo de su serie web Fear the Walking Dead: Flight 462, de la que nos ocuparemos brevemente al final de este post.

Llega pues la última entrega de Fear… y por fin asistimos a un auténtico apocalipsis zombi. Los fans de los muertos vivientes se habrán puesto las botas con este capítulo ya que, si bien la carnicería no es extremada, si lo es el número de zombis que, en masa, asaltan la base que los militares estaban a punto de evacuar.

En los últimos planos del episodio anterior, veíamos al señor Salazar comprobando la realidad de lo que había confesado Andrew, el soldado capturado. Este hecho será clave para el plan de los supervivientes para recuperar a los seres queridos que tienen retenidos en la base militar. La acción se retoma donde se dejó en el anterior episodio, y asistimos a la incursión de Travis y su familia, junto con Salazar y Ofelia, para rescatar a Liza, Nick y a la señora Salazar.

Para ello, el señor Salazar (del que ahora sabemos que lo que contaba de su historia de guerra y represión en El Salvador era verdad… excepto en la posición en la que él mismo se había puesto) tiene un plan que ejecuta con gran sangre fría: libera a los infectados que estaban encerrados en el estadio como medio de distracción para entretener a los militares mientras ellos buscan a sus familiares. Es quizá la secuencia más lograda de toda la temporada, aquella en la que vemos, oleada tras oleada, a una marcha sin fin de zombies que se dirigen a la base militar. Y, por fin, como muchos pedían, un poco de acción.

En este episodio cobrará importancia un personaje que ya destacó en el anterior y que se perfila como clave para la segunda temporada: el enigmático señor Strand, encerrado junto a Nick, que se revelará como un hombre astuto, negociador y con pocos escrúpulos. Cuando la hecatombe alcanza el complejo militar, Strand sigue el plan de huida que tenía desde el principio junto a Nick, sin preocuparse lo más mínimo por el resto de personas que quedan encerradas.

Sin embargo, será tras la reunión de los personajes y su huida (excelente la graduación de la tensión en la escena en la que los zombis arrinconan a Nick y Strand ante una puerta con un código magnético) lo que nos llevará a la mejor escena del episodio. En ella, nos volvemos a encontrar con Andrew, el soldado al que Travis ha dejado huir ante la expectativa de que termine muerto. Andrew encañona al señor Salazar, pero finalmente dispara, conscientemente, a Ofelia. Es en ese momento cuando Travis pierde el control y muestra su reacción más desesmesurada de la temporada: le da una terrible paliza al soldado. El personaje, que se había caracterizado hasta ahora por su contención y reflexión llega aquí a un punto de no retorno y saca unos instintos terribles, que acaban con Andrew desfigurado en el suelo.

Quizá ese cambio que se opera en el interior de Travis es el que le ayuda definitivamente ante lo que será la tragedia de este último capítulo. Como bien supondrían los aficionados a la serie y al género, sería extraño que todos los personajes llegaran vivos al final de la temporada, y en esta ocasión, a quien le toca es a Liza. Herida durante la huida, es consciente de que la herida terminará por causarle la muerte, a lo que seguirá su vuelta a la no-vida como infectada. Por ello, pide a Madison que acabe con ella (lo que tiene su enjundia: la mujer actual de Travis acabando con su ex mujer), pero en ese momento aparece Travis. Liza intentaba no hacerle pasar por ese trago, pero no puede evitarlo; finalmente es él quien se encarga de quien fuera su ex mujer.

La última secuencia, con Travis vagando ausente de sí mismo entre las olas (esos ríos que van al mar / que es el morir), intentando recoger un puñado de arena, que se escapa entre sus dedos, como ha escapado de su control su vida y todo en general, es una de las más emotivas y conseguidas de la temporada. Travis y Madison dan rienda suelta a su dolor entre esas olas que representan la vanidad de toda vida humana. ¿Es aún Travis un hombre bueno? ¿Seguirá su espíritu íntegro después de lo ocurrido o le pasará como a Rick Grimes de TWD y se verá forzado a convertirse en otro hombre para poder sobrevivir?

La temporada se cierra pues con un necesario sentimiento agridulce que compensa la tensión cero del argumento. Resueltas las tramas (quizá escritas de esta manera por si AMD resolvía no renovar la serie y darle así cierta coherencia como temporada única), la cámara se aleja hacia el mar quizá dándonos una pista de lo que será la siguiente entrega o simplemente recordando la palabra que repetía Strand: Abigail (su crucero, varado en la costa. Nota curiosa: Strand significa precisamente varar, encallar).

A pesar del éxito fulgurante de esta minitemporada, que abrió con audiencias millonarias apenas vistas en estrenos de este tipo, la serie ha sido muy criticada por su falta de acción. Desde el principio, sus creadores quisieron dejar claro que Fear The Walking Dead no iba a ir por los derroteros de su serie madre; el tono iba a ser más intimista, y los dilemas que plantearía a los personajes serían de carácter más personal. El conflicto entre orden y caos, autoridad y anarquía, razón y corazón han sido presentados desde una vertiente más dialogante y social, y en diversos capítulos (para más decir, el cuarto y quinto) ni siquiera han aparecido los muertos vivientes. Quizá con FTWD se daba rienda suelta a un tipo de planteamiento más relajado, menos enfocado en la acción, que se había intentado experimentar en la serie original (en la temporada segunda, principalmente) y cuyo resultado fue estrepitoso. Los productores debieron pensar que, si había que hacer experimentos, era mejor hacerlos en un spin-off.

Para no dejar en suspenso a los fans de esta nueva serie, AMD emitirá una serie de wepisodes de otra serie paralela, Fear the Walking Dead: Flight 462, que sigue a la tripulación de un vuelo comercial que va a despegar justo en medio del apocalipsis zombi. Las entregas son brevísimas: de apenas dos minutos el episodio, pero se ha dicho ya que conectará con la segunda temporada de FTWD, donde pasará uno de los protagonistas. El episodio no deja mucho espacio al análisis, pero es decididamente sintomático que se haya elegido un vuelo comercial como marco de la tragedia humana. La asociación con los atentados del 11-S enseguida acude a la memoria del espectador como un tema sensible.

En RIRCA no dejaremos de prestar atención a los muertos vivientes, ya que nada más terminar esta serie, va a arrancar la sexta temporada de The Walking Dead que seguiremos en Tus Series Al Día.

Josep Oliver

Filólogo, profesor en Secundaria, lector todoterreno, melómano impenitente, guionista del cómic ‘El joven Lovecraft’; bloguero desde 2001, divulgador y crítico de cómic en diversos medios (Ultima Hora, Papel en Blanco, etc.); investigador de medios audiovisuales y productos de la cultura de masas en RIRCA; miembro de la ACDC España.