5 razones para ver «The Marvelous Mrs Maisel» (Amazon, 2017-)
En 2017 se estrenaba la apuesta de la plataforma Amazon en el terreno de la comedia con la serie The Marvelous Mrs Maisel tras títulos originales dramáticos como The Man in the High Castle, Mozart in the Jungle o Bosch. Creada por Amy Sherman-Palladino, quien ya nos hizo reír y llorar en la década de los 2000s siguiendo las desventuras de Lorelai y Rory Gilmore en Gilmore Girls, esta nueva comedia se ha convertido en todo un referente del género en la ficción televisiva contemporánea gracias a su original premisa, su manera de tratar los personajes y de desarrollar su historia. Con 3 temporadas en su haber repartidas entre 26 episodios y una cuarta entrega en plena filmación, hoy os damos 5 fervientes razones para no perderse The Marvelous Mrs Maisel:
1. La heredera de Lucille Ball: Midge Maisel. Inspirada en los recuerdos de la infancia de Sherman-Palladino, la trama gira en torno a Miriam “Midge” Maisel (Rachel Brosnahan) una joven ama de casa de clase alta que descubre su gran talento: hacer reír a la gente. Sin embargo, aunque Midge siempre ha sido considera “una mujer graciosa”, es gracias a la tutela de una empleada de un club nocturno de Manhattan, Susie Myerson (Alex Borstein), que manifiesta la oportunidad de convertirse en una gran monologuista de stand-up dentro de los círculos cómicos del país. Durante las temporadas, seguiremos el viaje de Midge y Suzie hacia el éxito o el fracaso dentro de una industria en crecimiento y sus vicisitudes para abrirse paso en un mundo de hombres en la época de los 60. Así, Sherman-Palladino crea una serie que se maneja entre lo clásico y lo moderno con el planteamiento de una protagonista que sigue la estela de grandes artistas que revolucionaron el escenario cómico televisivo como Lucille Ball o Jean Carroll con sus personalidades excéntricas y parlanchinas, modificando la concepción de la ama de casa insulsa/complaciente y poniendo las temáticas asociadas a lo femenino en el centro de la comedia. Unos ejemplos, los de Ball y Carroll, que no son gratuitos ya que los códigos interpretativos de Rachel Brosnahan – una actriz dedicada hasta el momento a papeles dramáticos – con tendencia al histrionismo parecen “sacados de otra década”, aunque con un enfoque extrapolable a las narrativas contemporáneas.
2. Las pasiones individuales. Como ya hemos comentado, la serie gira en torno a la carrera de Mrs Maisel en los circuitos cómicos del país – algo que no le resultará sencillo – lo que se traduce como una narrativa de superación personal. Sin embargo, cada obstáculo y cada monólogo se traduce en una etapa reivindicativa de Midge en la que expone sus preocupaciones y opiniones acerca de temáticas que afectan a la familia, el sexo, la depresión, el fracaso o los derechos de las mujeres. Una manera de enfocar la comedia como forma de activismo y de consciencia social sin panfletos ni vulgaridades y con ingenio y agudeza. El viaje de Midge como personaje se construye en paralelo a la de Mrs Maisel – su alter ego en el escenario – a través de su manera de ver la comedia, en la manera en que persigue su sueño y en cómo cuenta su verdad encontrando su propia voz (porque siempre ha tenido una, y muy ruidosa). Asimismo, los anhelos de Midge también actúan como desencadenante de los deseos individuales de los que la rodean, ya sea porque se cuestionan sus comodidades o porque despiertan sus pasiones ocultas. Así, mientras la T1 se centra en exclusividad en Mrs Maisel, en las T2 y T3 se juntan los arcos de Susie; Joel (Michael Zeger), el marido de Midge; y los padres de la protagonista, Abe (Tony Shalhoub) y Rose (Marin Hinkle) Weissman.
3. La(s) extraña(s) pareja(s). El universo de Mrs Maisel se confecciona a través del emparejamiento de personajes completamente opuestos que demuestran la tendencia a la combinación entre los clichés y la reinvención de los mismos. El juego de contrarios y la dinámica de parejas es uno de los motores de la serie y parte de su fórmula cómica. Unos emparejamientos que se mueven en cada uno de sus contextos y que unifican el tono de la serie. Desde la dupla Midge/Susie, dos mujeres en las antípodas físicas, de carácter y de contexto social; hasta el neurótico matrimonio Weissman y sus respectivas relaciones con su hija; o la complicidad entre Midge y Joel – y sus amistades, Imogene y Archie; incluso, los insoportables suegros, los Maisel. Todas las combinaciones de dúos funcionan a la perfección en The Marvelous Mrs Maisel creando unos personajes empáticos y unas relaciones únicas.
4. El barroquismo y la fórmula cómica. Más allá de la dinámica de parejas, la serie también maneja varios elementos dentro de su fórmula del género cómico. Por un lado, la mezcla del tono tragicómico con situaciones llenas de equívocos y con la celebración de los clichés de la cultura judía que se mueven entre lo satírico y lo autoparódico. Y, por otro lado, la agilidad y el barroquismo estilístico de su ritmo. Esto último se convierte en el sello de la serie confeccionando un texto muy específico con una cadencia “musical” donde todos los personajes hablan mucho, muy rápido, sin pausas, interrumpiéndose constantemente y solapando el diálogo. Según Sherman-Palladino, algo inspirado en la manera de expresarnos en la vida real. Sinceramente, razón no le falta.
5. La autenticidad y la psicogeografía. Para finalizar, uno de los grandes aciertos de la serie es la creación de un universo con una estética unitaria con una inmensa labor de su departamento artístico. La serie tiene un aura y una energía llena de autenticidad que vienen marcadas por la recreación histórica de la época dorada de los 50/60s apostando por una atmósfera colorista, vibrante e idílica de Manhattan y de todos los lugares por los que se mueven los personajes – desde los Catskills, a París o Las Vegas – y en el logrado vestuario confeccionado por Donna Zakowska. Una sensación de viaje en el tiempo que se implementa gracias a la filmación en las localizaciones reales mezclado con el interés de trasladar el frenético ajetreo de la serie y la excentricidad de los personajes a su parte formal con secuencias coreográficas multitudinarias al ritmo de las canciones exitosas del momento – no en vano, la serie utiliza bailarines para los actores de fondo. En definitiva, una manera brillante de conectar lo narrativo y lo visual de manera simbiótica.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.
Hace tiempo que la tenemos en lista y después de leerte ha subido varias posiciones. ¡Muy buena reseña!