Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Nombres propios: Betty White y los orígenes de la TV

Ahora que The Golden Girls cumple su trigésimo aniversario, vamos a dedicarle un modesto post a uno – y tal vez, el más grande – icono de la televisión de todos los tiempos: Betty White. Nacida como Betty Marion White el 17 de enero de 1922 (en Oak Park, Illinois) esta mujer ha dedicado toda su vida a lo que más ama y nunca dejará de amar: la televisión y hacer reír a la gente. Nominada a 24 Emmys en toda su carrera televisiva (y 7 ganados) – e incluyendo muchísimos reconocimientos y nominaciones a varios galardones, los cuales sería una locura nombrarlos a todos en este post – es la actriz con más nominaciones a premios de la historia y, gracias a su labor como pionera en la televisión y su legado como actriz, Betty White obtuvo una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood en 1995. Con más de 75 años de carrera, esta mujer no solo ha vivido una Guerra Mundial, sino que también ha pasado por las tres Etapas Doradas de la Televisión, convirtiéndose en una de las figuras indispensables de la pequeña pantalla.

Su interés por la interpretación le llega tras empezar a desarrollar su auténtica vocación: la escritura. Su familia se muda a Beverly Hills donde empieza a buscar trabajo en varios estudios, a la que rechazan por su aspecto «nada fotogénico». White encontró así su primer trabajo en la radio – ya que la fotogénia no jugaba un papel importante – leyendo anuncios y interpretando pequeños papeles en radio sopa operas en 1939, tres meses después de acabar el instituto, a los 17 años. Su carrera – la que se vio truncada con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, que le obligó a alistarse a los Servicios de Ayuda Americanos – despegó al conseguir su primer trabajo en la televisión sustituyendo a Al Jarvis en Hollywood on Television en 1950, por la que estuvo nominada a los Emmys en la categoría recién estrenada de Mejor Actriz.

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Betty White en la NBC durante sus comienzos en los 50s

 A partir de 1950, la carrera de Betty White empezó a subir como la espuma. No solo obtuvo el papel protagonista de la sitcom Life with Elizabeth desde 1952 a 1955, sino que se convirtió en su productora, siendo la primera mujer en tener el control creativo de un programa de televisión, tanto delante como detrás de las cámaras. Después de convertirse en la protagonista de otra sitcom Date with the Angels (1957-1958) la carrera de Betty llegó a su punto álgido en las décadas de los 60 y 70. White se hizo la reina de la televisión presentado su propio show (The Betty White Show), participando en game shows de toda clase y apareciendo de invitada en varias series del momento. Pero, el verdadero éxito le vendría de la mano del personaje de Sue Ann Nivens en The Mary Tyler Moore Show (1973-1977),  por el que se llevó dos Emmys. En 1983, Betty es convirtió en la presentadora del game show Just Men! por el que añadió su cuarto Emmy a su colección y se fue la primer mujer en conseguirlo en la categoría de Mejor Presentador.

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Junto con Mary Tyler Moore en The Mary Tyler Moore Show

 El 14 de septiembre de 1985 la cadena NBC emitía el episodio piloto de The Golden Girls, una de las sitcoms que inauguraban una nueva etapa para la televisión y que supuso el que se considera el mayor éxito de la carrera de Betty White. White, junto con las extraordinarias Bea Arthur, Rue McClanahan y Estelle Getty, dieron vida a Rose, Dorothy, Blanche y Sophia (respectivamente) durante 7 años de emisión de la serie, que pronto se convirtió en un gran éxito – la que confieso es de mis series favoritas – gracias a sus principios de amistad y unidad femenina, tratando temáticas muy modernas y tabús para la época, sobretodo los referidos al sexo. Curiosamente, a Betty White se le ofreció el papel de la Blanche Deveraux, la mujer seductora sureña; y, a Rue McClanahan el papel de la mujer ingenua del norte, Rose Nylund. Pero, al ver que no funcionaba, se intercambiaron los roles; y, la verdad, no me la imagino de ninguna otra manera. Tras la emisión del último episodio «One Flew Out of the Cuckoo’s Nest» (emitido el 9 de mayo del 1992) donde el personaje de Dorothy abandonaba Miami, se produjo un spin-off de la serie con las otras tres chicas de oro restantes llamado The Golden Palace, aunque solo duró un año.

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Una de las conversaciones de The Golden Girls frente a una tarta de queso

A pesar del poco éxito que tuvo The Golden Palace – que tras la marcha de Bea Arthur, la serie no supo reencontrar su rumbo – no impidió que Betty White, la más mayor de Las Chicas de Oro (y la única que sigue viva) dejase de trabajar. A partir de ahí, Betty se dedicó a aparecer de invitada en series exitosas del momento como Ally McBeal, That’s 70 Show, The Practice, Malcom in the Middle e, incluso a prestar su voz en varios capítulos de The Simpsons y King of the Hill. Sin embargo, la cosa no acaba ahí. Tras su apariencia de abuelita, se esconde una auténtica «cabra loca» con una vitalidad envidiable. En 2010 – tras un pequeño papel en la comedia The Proposal que dio bastante de qué hablar – nos sorprendía a todos con su vuelta oficial a la pequeña pantalla con la sitcom Hot in Clevelandque la resituó en el punto de mira de las nuevas generaciones de espectadores. Ya como personaje regular en su nueva serie, Betty intervino en papeles alocados en 30 Rock, Ugly Betty, My Name is Earl y, gracias a un petición mundial en Facebook – en la que participaron casi 500.000 personas – presentó el show de sketches Saturday Night Live, convirtiéndose a los 88 años en la persona más longeva en hacerlo.

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Con las chicas de Saturday Night Live haciendo un sketch de The Lawrence Welk Show

Desde 2012 presenta su propio show de sketches de comedia llamado Betty White’s Off Their Rockers, con lo que se atreve con todo, incluso a cachondearse del videoclip de Miley Cyrus, Wrecking Ball – con bola y chupada de martillo incluida. Pero, si algo nos ha enseñado Betty White – y por eso le dedicamos un post para ella solita – es a nunca perder la alegría y la capacidad de reírse de uno mismo. Su espíritu joven, gamberro e irreverente – más pronunciado durante los años – han hecho que esta mujer, a sus 91 años de edad se haya convertido en una fuente de inspiración profesional y personal para el mundo de la televisión. Porque, como dice el escritor Michael Williams en su libro TV Sirens: «Si Lucille Ball es la Reina de la Televisión; entonces, Betty White es la Princesa«

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Fotografía promocional de Betty White’s Off Their Rockers
 

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