Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«Blonde» [Andrew Dominik, 2022]: El intento fallido de cambiar la imagen de Marilyn Monroe

Blonde ha sido una de las películas más esperadas de los últimos años, pero no ha sido hasta el pasado 90 Festival de Venecia que ha visto la luz. Sé que ya era hora, pero si no se hubiera estrenado el mundo se hubiera quedado igual, porque no hay nada novedoso en este film, toda la información relevante ya se sabía, lo único es que esa realidad se ha llevado al extremo. Aviso de que este artículo contiene spoilers.

Y Pepa Blanes ya lo dijo en el programa dedicado al Festival de Venecia de su podcast El cine en la ser, la película peca de lo mismo que critica: la sexualización del personaje, es decir Marilyn Monroe, ya que se deja una evidencia del personaje y la persona (Norma Jean Baker) en cada momento de la película. Pero este film no peca solo de eso sino que, ya desde el principio hay cosas que no acaban de cuadrar: los saltos temporales tan espaciados, los cambios de formato y color continuos sin ninguna razón aparente y/o explicación. Creo que es un intento de película independiente pero no acaba de funcionar del todo, ya que, a mi parecer, no se puede hacer una película con tono independiente de una de las estrellas del cine del Star System, y de la mano de la plataforma más mainstream (Netflix) junto con la productora de uno de los actores más hollywoodienses de la historia, Brad Pitt. Hay algo que no cuadra.

Ana de Armas como Marilyn Monroe en el set de Niagara

En todo el film no hay un hilo conductor claro, ya que se pasa de la niñez de Marilyn a su aspiración de actriz en literalmente un segundo, sin explicar como estuvo en varias casas de acogida durante su adolescencia hasta los 16 años, que se casó con el agente de policía James Dougherty para salir de esos hogares y tener una vida «normal». Y digo normal porque teniendo la infancia que tuvo Norma Jean, la vida nunca puede ser normal. La pequeña estuvo en casas de acogida porque a su madre le diagnosticaron esquizofrenia paranoide a raíz de un episodio que tuvo cuando Norma era niña. Durante el largometraje se van dando trompicones, hasta el momento en el que el espectador pierde la noción de dónde y cuándo se suceden los eventos.

Lo innegable es que es una película realmente cruda y compleja con unas escenas de sexo muy explícitas, pero estamos hablando de Marilyn Monroe, y no se puede hablar de ella sin hablar del sexo. Es imposible. Fue un icono y una revolución sexual, en un Hollywood y un mundo donde mandaban los hombres y, obviamente mandaban a Marilyn, porque sus carencias emocionales y sus daddy issues eran tan evidentes que necesitaba la aprobación de cada hombre que entraba en su vida, y todo porque nunca conoció a su padre. Algo muy triste. Estas cosas que se han mencionado anteriormente, además de una escena de violencia doméstica de la madre de Norma hacia la niña, hacen que la película sea dura de ver y que el espectador esté en una angustia continua las 2 horas y 45 minutos que dura. Carlos Boyero, en su programa para La Cadena Ser, La Ventana Del Cine, hace un repaso del Festival de San Sebastián y afirma una cosa con la que estoy de acuerdo: de las tres horas que dura, dos horas y media se las pasa llorando, y no le falta razón. Pero es triste porque también puede interpretarse como que Marilyn pasó sufriendo la mayor parte de su vida.

Marilyn Monroe en su camerino.

Ana de Armas como Marilyn (o Norma) es impactante; no me imaginé que la podría ver como ella, pero funciona muchísimo mejor que Michelle Williams en Mi semana con Marilyn (Simon Curtis, 2011). Aunque el último fallo que he cometido es no haberla visto en versión original, porque ha sido muy criticada por el aparente acento cubano, y eso que la actriz estuvo practicando nueve meses. Pero claro, la voz de Marilyn era tan característica, que es lo primero en lo que fijarse. Aunque en lo que sí que me he dado cuenta es que no se profundiza en ningún momento, y no se ve a Marilyn reflexionar en ningún momento, algo que no me ha acabado de gustar. El espectador puede empatizar con Marilyn y reflexionar sobre su vida, pero Marilyn/Norma no tiene un instante de introspección en ella misma, es más, la siguen pintando como la rubia tonta de Hollywood, cuando de tonta no tenía un pelo, solamente era inocente, débil y genuina en una época en la que la revolución femenina aún no tenía voz.

Marilyn y Elvis (mencionando el otro biopic del año) son los iconos por excelencia, no solo del siglo XX, sino que son los símbolos posmodernos, y la definición de Estados Unidos. Pero les une la soledad que ambos pasaron en sus vidas y la manipulación por parte de su entorno. Hay que pensar que fueron los primeros en sus respectivas industrias: ella siendo uno de los primeros iconos sexuales y él por ser el primer artista en destacar en la música a nivel mundial. Ser el primero en algo tiene un coste y, al parecer, es la vida. Y no estoy comparando las películas, sino a los personajes, ya que ambos films son de cada estilo de cada director, y obviamente, no se puede comparar la explosividad y el exceso de Luhrmann con la torpeza y agonía de (este film) Dominik.

Comparación entre Marilyn Monroe (izquierda) y Ana de Armas (derecha).

La película tuvo una gran acogida en el Festival de Venecia con una ovación de entre 11 y 14 minutos según diferentes medios como Variety o Deadline, y esa ovación fue por Ana de Armas, ya que interpreta a Marilyn y a Norma con una fuerza increíble. A mi parecer, la actriz salva la película ya que el espectador puede empatizar con ella ya que su semejanza es muy aproximada. La famosa escena de La tentación vive arriba (Billy Wilder, 1955) que aparece se filma como algo inaudito, con un plano que empieza en el set de rodaje y sigue como un plano situación con una multitud que no alcanza la vista. Da a entender que todo el mundo la estaba mirando, y en concreto la escena del vestido blanco. Todos los hombres la estaban mirando. Incluso el presidente de los Estados Unidos, JFK por aquel entonces, quien nos brinda una de las escenas más crudas en la que trata a Marilyn como una prostituta y le obliga a hacerle sexo oral. Para mí, una de las escenas más duras y gráficas del film; el espectador siente verdadera lástima por ella.

Mi hermana me dijo una vez: no hay nada peor que ir de lo que no se es, y Blonde es eso. Va de una película innovadora sobre la vida de Marilyn con tintes independientes, pero estaña muy lejos de conseguirlo. La película se basa en los momentos más icónicos de la vida de Marilyn, que ya se sabían y con algunas comparaciones de sus fotos más famosas. El espectador ya sabe la mayor parte de cosas que se cuentan, necesita información que no se tenga. Y sé que está basada en la novela de Joyce Carol Oates, que tiene tintes con la realidad, pero no hay nada seguro. El espectador acaba con más preguntas que respuestas. Marilyn solo quería ser feliz, y parece mentira como algo tan aparentemente fácil resultó tan complicado para ella.

Marilyn Monroe y Tom Ewell en el set de rodaje de La tentación vive arriba.
 

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