Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«Elvis» o la vuelta del cine

Elvis ha sido una de las películas que mas me ha fascinado este año, no solo por el hecho de que Baz Luhrmann haya sacado una película tras nueve años de «inactividad», sino que con él ha traído la vuelta del cine y del género biopic (de calidad). Hace tiempo que ya no es un secreto que Hollywood está en las últimas y son los directores con una larga trayectoria que hagan que siga  en pie la industria del cine. Un caso es Baz Luhrmann, un australiano con cuatro películas a sus espaldas, que han marcado una generación y que decide lanzarse a la piscina con el biopic de uno de los símbolos más representativos de la cultura americana: Elvis Presley.

Para contextualizar, y un poco justificar mi pequeña obsesión con este film, he de admitir que me ha impresionado a tantos niveles que la he ido a ver al cine tres veces en tres semanas, así que voy a intentar desgranar aquellos aspectos que me parezcan más interesantes en este artículo. En primer lugar, me parece muy acertada la elección de Austin Butler como el cantante, aunque el actor no tiene una trayectoria muy larga que se diga: a grandes rasgos, es mayoritariamente conocido por encarnar a Tex en Érase una vez en Hollywood (Tarantino, 2019), aunque hay que recalcar la maravillosa representación del cantante que hace en este film. Desde el momento que empieza la película, ya son visibles los rasgos más representativos del director de Moulin Rouge (2001), extravagancia mezclada con elegancia y un control minucioso en un supuesto caos con movimientos de cámara que llegan a simular una montaña rusa y siempre, SIEMPRE, hay un narrador presente, en este caso el Coronel Parker (Tom Hanks). Una cosa muy llamativa de los filmes de Luhrmann es que la historia siempre está contada por un narrador externo, que de alguna manera hace que el espectador se ponga en duda de lo que se cuenta del personaje principal (Christian escribe sobre Satine y Nick Carraway sobre Gatsby). En el caso del Coronel, la audiencia se posiciona con Elvis, dada la manipulación a la que le tenía sometida el manager. Como ya es conocido del cineasta, los saltos del pasado, al presente y al futuro son muy frecuentes, con un batiburrillo maravilloso de música e imágenes coloridas e imágenes de archivo de conciertos de Elvis. Absolutamente fascinante.

Logo de Baz Luhrmann con sus emblemas característicos (sacados de Moulin Rouge).

La película está estructurada en tres actos: el primer acto es el inicio de Elvis y su breve carrera como cantante antes de irse a Alemania; el segundo acto relata como Elvis se convierte en una estrella de cine desde principios de los años 60 hasta el año 1968 y el punto de inflexión en su carrera con su especial de Navidad, que lo vuelve a dejar en lo más alto y el acto final que relata su residencia en Las Vegas, su vuelta a su ‘decadencia’ y su posterior muerte. Desde que el Coronel Parker descubre a Elvis la película tiene un ritmo frenético sin que al espectador le dé tiempo a digerir lo que está viendo o la información que se está dando. La época de los años 50 del cantante, se caracteriza por la rebeldía, la picardía, el sexapil, y los pasos de baile del cantante, elementos que hacen que se creen las primeras groupies o que sea el primer fenómeno fanático que aparece, ya que los movimientos que realizaba el cantante no se habían visto antes, y menos en la televisión, cosa que enfadó a los más conservadores, hasta el punto de que Presley estuvo a punto de ir a la cárcel por bailar de la manera en la que lo hacía.

Además, desde el inicio de la película se hace mucho hincapié en la soledad del artista, que se puede apreciar hasta el final de la cinta, haciendo que el espectador salga del cine con una sensación de pena por Presley por no poder realizar sus sueños, ya que aunque pareciera que él tuviera el control de su vida, no era así ya que el Coronel lo tenía todo planeado, y cuando parecía que Elvis quería hacer algo por su cuenta que le apetecía, Parker le manejaba como una marioneta, viviendo de él para pagar sus deudas con el juego. Incluso la mejor época de Elvis, su residencia en el Hotel International de Las Vegas, fue una estrategia para que el Coronel pudiera jugar todo lo que quisiera y no para velar por la felicidad y satisfacción personal de Elvis. El Coronel sabía que la mayor ilusión del artista era mostrar su espectáculo y viajar alrededor del mundo, pero debido a que el Coronel no tenía pasaporte, convenció a todo el mundo de que no se haría una gira mundial, haciendo que Elvis quisiera volver cada año al International, ganando mucho dinero, resultando que al joven se le fueran las ganas de ir al extranjero. Eso, en mi opinión fue lo que acabó con la vida del artista.

El Coronel (Tom Hanks) y Elvis Presley (Austin Butler) hablando de la futura carrera del cantante.

Otro de los aspectos que me fascina, y del cual he hablado en repetidas ocasiones, es la aparición del Nuevo Hollywood en este film. La subida de Elvis al estrellato sucede en el año 1968, cuando, tras la muerte de Martin Luther King, se cuestiona su carrera, preguntándose si le gusta lo que está haciendo, si es feliz con la vida que lleva, si se siente realizado. En este momento él se reúne con los productores que juntaron a Los Rolling Stone y a Jimi Hendrix en un mismo escenario y son ellos los que maquinan el Comeback Special para la NBC, que triunfó con creces y Elvis volvió a estar en boca de todos, haciendo, por fin, lo que él quería. Es, justamente, en este proceso del cambio de Hollywood cuando Elvis cambia radicalmente y deja de ser ese actor en las últimas para ser el cantante que siempre había querido ser. Además, en esta parte de la película aparecen cambios representativos del cambio de era, como la muerte de Sharon Tate por la Familia Manson, las drogas y los hippies. Y en este momento me lanzo a la piscina y se puede intertextualizar Elvis con Érase una vez en Hollywood, ya que en esta parte están basadas en la misma época: aparece Sharon Tate y Austin Butler como Elvis, pero también hace de Tex, que en la vida real es el hippie (y mano derecha de Manson) que acabó con la vida de la actriz. Además, otro detalle a tener en cuenta, y que me parece un guiño, sea intencionado o no, es el momento en el que Elvis está empezando su decadencia con las pastillas y las infidelidades , coge una pistola para atacar a un posible atacador fuera de su habitación: ese momento es muy parecido al instante en el que Tex entra a casa de Rick Dalton y apunta a Cliff con el arma. Una referencia clara.

Elvis Presley cantando en el Comeback Special en 1968.

En definitiva creo que todo el mundo vivió de Elvis en algún momento de su vida, también creo que se han dejado muchas cosas fuera como adicciones o incluso la historia detrás de muchas de sus canciones o más detalles de su vida, porque no se ha visto mucho sobre los vicios del artista. La interpretación de Butler es sublime y es notable su absoluto estudio del cantante, además que creo que fue fácil conectar con él porque ambos perdieron a su madre a la misma edad, y pudo comprender el dolor por el que pudo pasar el artista y sentir esa soledad. Es un filme sublime con unas actuaciones y una producción sin precedentes, que muestra el maravilloso artista que era Elvis y que él solo quería mostrar su espectáculo alrededor del mundo, pero como el Coronel era un avaricioso, un egoísta que se aprovechó de la bondad y la debilidad de Elvis, quitándole casi toda libertad y ambiciones. La recomiendo con creces, ya que es una película que debe verse en pantalla grande para que haga justicia. Porque esta película es demasiado grande para verse en pantalla pequeña.

Elvis Presley (Austin Butler) de camino al hospital para ver al Coronel Parker tras haber sufrido un infarto.

TCB.

 

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