Un universo polifacético: el cine de Denis Villeneuve
Hoy en RIRCA retomamos esta especie de subapartado en nuestra sección de cine para hablar de la filmografía de uno de los directores más sugestivos de los últimos años, y que se está conviritendo en uno de mis favoritos por mucho motivos, el cineasta candiense Denis Villeneuve. El director nacido en Quebec, poco a poco, comienza a liderar la emergente e interesante ola de cineastas del Canadá francés como Jean-Marc Vallé – C.R.A.Z.Y, (2005), Young Victoria (2009), Café de Flore (2011), Dallas Buyers Club (2013), Wild (2014) – o Xavier Dolan – J’ai Tué ma Mare (2009), Les Amours Imaginaires (2010), Laurence Anyways (2012), Tom á la Ferme (2013), Mommy (2014) – que tan bien alternan las producciones indies en su país con las grandes cintas de Hollywood y cuyas filmografías también recomiendo. A pesar de no tener un corpus fílmico constante y de fácil indentificación – al contrario que muchos de los cineastas y profesionales que han desfilado por nuestros «Nombres Propios del Cine» – Villeneuve ha demostrado tener la capacidad de contar toda clase de historias, tanto a nivel narrativo pero, sobretodo, a nivel visual, que hace (casi) imposible clasificarlo en ninguna tipología/género concreto. Siguiendo este apunte, hoy estrena su nueva película, Sicario – de la que no nos vamos a centrar demasiado, ya que le dedicaremos un post íntegro esta misma semana.
Tras haberse licenciado en la Universidad de Quebec en Montreal y haber empezado en Radio-Canada, su carrera como cineasta comenzó con títulos discretos como Un 32 Août Sur Terre (1998) y Maelström (2000). Pero, no sería hasta casi una década después – a pesar de haber conseguido muy buenas críticas en los Festivales de Toronto, Berlín y Sundance con Maelström – que comenzaría a labrarse un nombre dentro de la industria cinematográfica canadiense con su primer éxito, Polytechnique en 2009.
Polytechnique narra los sucesos reales que tuvieron lugar en la Escuela Politécnica de Montreal el 6 de diciembre de 1989 cuando un joven armado con su escopeta (Marc Lépine) irrumpió en el campus matando a 14 mujeres en un «acto contra el feminismo», como el propio asesino lo describió en su momento antes de suicidarse. Con guión de Jacques Davidt, la película está narrada a través de los ojos de dos de los estudiantes supervivientes de la masacre, Valerie y Jean-François, quienes no solo tendrán que esconderse de Lépine, sino también tendrán que enfrentarse a la pérdida de sus compañeras a medida que los asesinatos van ocurriendo. A pesar de que el film es un poco desigual a nivel de estructura de guión – que es lo más criticable – Villeneuve empieza a demostrar en esta cinta sus habilidades para narrar a través de las imágenes creando una extraña atmosfera (casi) onírica, por describirlo de alguna manera, juntamente con la potente fotografía en blanco y negro de Pierre Gill y manteniendo la tensión en todo momento.
Su siguiente largometraje será Incendies (2010), película por la cual Villeneuve obtuvo su primera (y única hasta ahora) nominación al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa. Basada en la obra del dramaturgo de origen libanés Wajdi Mouawad con el mismo nombre, que sigue a dos hermanos mellizos (Jeanne y Simon) que, tras recibir una carta de su recién difunta madre, decidirán investigar sobre su vida pasada. Será, finalmente, Jeanne quien reconstruirá el pasado de su madre y le llevará a descubrir su verdadero origen. Su estructura narrativa se alternará a modo de flashbacks entre la historia de Nawal a medida que su hija va descubriendo la escalofriante y complicada juventud de su madre. Siendo una de las películas más duras que he visto (sin exagerar), Incendies tiene uno de los más sobrecogedoras resoluciones de los últimos años – todos los que la hemos visto recordaremos esa escena de la piscina y, sobretodo, el plano detalle de ese tatuaje que nos translada al verdadero infierno que ha tenido que soportar nuestra protagonista. A pesar de su digestión lenta en algunos instantes, el film es una auténtica maravilla que hace estar al espectador que el estómago encogido durante todo momento.
Su gran salto a Hollywood le vendrá en 2013 de la mano de su dos largometrajes Enemy y Prisoners, ambos con Jake Gyllenhaal como protagonista. La primera de ellas, basada en la novela «Un Hombre Duplicado» de José Saramago – a pesar de que es una intepretación bastante libre de la obra original – es la película más compleja y confusa de Villeneuve. Con un trasfondo claramente filosófico, Enemy cuenta la búsqueda de Adam (Gyllenhaal), un solitario profesor de historia, por encontrar a un hombre idéntico a él. Su encuentro tendrá terribles consecuencias en las vidas de ambos y de los que les rodeadan y Adam terminará obsesionándose sobre su propia existencia. A pesar de que se ha planteado la posibilidad de que Enemy reflexiona sobre la crisis de la indentidad masculina, el film sumergirá al espectador en un cúmulo de preguntas – algunas sin respuesta – y propondrá su libre intepretación. Sin embargo, si algo a dejado K.O. al público ha sido el último plano de la cinta: la famosa araña gigante. En lo que muchos han interpretado como una referencia directa a la obra más conocida de Loiuse Bourgeois, Maman, toda la película está plagada de una fuerte carga simbólica que se complementan con planos de cables que cruzan la ciudad, cristales rotos, telas de araña y, en definitiva, todo aquello que remita al caos. Bueno, el caso es que la dichosa araña (porque no hay otra manera de expresarlo) aún es tema de debate.
La segunda cinta, Prisoners, será un thriller de un tono más clásico con el secuestro de dos niñas como eje central de la trama. La historia seguirá, por un lado, la propia investigación de la policía encabezada por el detective Loki (Gyllenhaal) y, por otro, la búsqueda personal de Keller, el padre de una de la niñas (Hugh Jackman). La configuración de los dos personajes será vital para la construcción narrativa del film centrado en la obsesión de ambos por resolver el caso: Loki será un detective ermitaño y abrumado por su vida personal incapaz de encontrar a las niñas; y, Keller, mostrará su lado más oscuro y violento al tomarse la justicia por su cuenta. Villeneuve contará con la colaboración de uno de los mejores directores de fotografía en activo, Roger Deakins, para encontrar el estilo visual oscuro y sórdido que requiere la historia, que tanto nos puede recordar a los thrillers fincherianos como Zodiac, The Girl with the Dragon Tattoo o Gone Girl.
Haciendo un repaso a su filmografía, podemos reiterar el lado polifacético de Villeneuve a la hora de enfrentarse a toda tipología de proyectos, todos sin ningún tipo de conexión aparente más allá del propio director y algún que otro colaborador. Sin embargo, si que podemos observar una pequeña predilección del cineasta por los personajes torturados, atormentados (por su pasado o su condición) y, sobretodo, fascinados por encontrar respuestas a sus obsesiones más latentes, hasta revelar su auténtica naturaleza.
A estas alturas, parece que Villeneuve le ha cogido el gusto a Estados Unidos – o a lo mejor, es al revés – y que se quedará en Hollywood por una temporada. Si ya hemos dicho que el cineasta quebequense se atreve con todo, sus futuros proyectos no serán una excepción. Esta vez, se adentra en el mundo de la ciencia-ficción asumiendo la dirección de la secuela de Blade Runner (1982), producida por el mismo Riddley Scott; y, con Story of Your Life – que está en fase de postproducción y que está prevista para el año que viene – protagonizada por Amy Adams y Jeremy Renner que narra la historia de una experta lingüista que es fichada por los militares del gobierno de EE.UU para descrifrar unos mensajes extraños supuestamente alienígenas. Sea como sea, tendremos que esperar al 2016 para disfrutar de sus próximos trabajos pero, por ahora, tendremos que contentarnos con Sicario, que seguro que no decepciona.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.
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