En tierra de lobos: «Sicario», lo nuevo de Denis Villeneuve

Hace ya casi un año que estaba esperando con impaciencia el último proyecto del director quebequense Denis Villenueve, Sicario, protagonizado por Emily Blunt, Benicio del Toro y Josh Brolin. Después de su proyección en festivales internacionales como Cannes y San Sebastián por las que había pasado si crear demasiado revuelo, he de confesar que mis expectativas sobre la película habían ido disminuyendo poco a poco a medida que se hablaba – o, mejor dicho, que no se hablaba – de ella. Sin embargo, después de los 121 minutos que dura la cinta, he de decir que me ha dejado maravillada.

Bueno, empecemos por donde corresponde: ¿de qué trata Sicario? La cinta, con guión de Taylor Sheridan, narra la historia de la agente Kate Macer, jefa de un grupo de operaciones tácticas de la unidad de secuestros del FBI en Phoenix,  que es elegida para una misión especial de la CIA que tiene como objetivo la lucha contra el imperio de la droga en la frontera de Estados Unidos y México. Después de su inclusión en la industria americana con un thriller de caracter más clásico como Prisoners y una especie de thriller psicológico con su compleja cinta Enemy, Villeneuve vuelve a recuperar el género para hacer su primer thriller de acción. Pero, teniendo en cuenta lo poco comunes que resultaron ser Prisones y Enemy, a pesar de ser thrillers aparentemente convencionales, podiamos deducir que Sicario no iba a ser una excepción.

Entonces, ¿de qué trata REALMENTE Sicario? Lo que comenzará siendo un mero thriller de acción – o al menos es como lo plantea el trailer  – se convertirá en algo más ante a los ojos de nuestra protagonista. El código de justicia de la agente Macer formará el epicentro de la trama, la que cuestionará los métodos morales y, sobretodo, legales empleados por las fuerzas militares de la Servicio de Inteligencia de EE.UU. Sicario nos habla de la lucha de poder por la supremacia del control absoluto de todo aquello que sucede en la delgada línea – si es que la hay – entre Estados Unidos y México. El espectador atravesará con Kate ese umbral en el que la ilegalidad, la violencia y la muerte forman parte de la cotidianidad y se verá envuelta, (casi) sin quererlo, en una guerra en la que todo está permitido y donde nada es lo que parece.

Con una estética que recuerda en más de una secuencia a la estupenda cinta de Kathryn Bigelow, Zero Dark Thirty, Villeneuve nos adentrará a través de la perspectiva de la agente Macer en un mundo donde la incertidumbre será el acompañante de la protagonista y del espectador. La habilidad del guionista de llegar a empatizar con una protagonista esencialmente pasiva es lo más loable del film. Emily Blunt se reafirma en esta película como una «heroína de acción« (por llamarlo de alguna manera) – después de demostrar sus destrezas físicas como la Sargento Rita Vrataski en Edge of Tomorrow – y eso que en el guión original de Sicario el protagonista era masculino, aunque hubiera sido una película completamente diferente, de eso estoy segura. Con una acertadísima elección del casting, nos encontraremos con una Blunt en el papel más contenido que ha hecho hasta ahora y con un magnífico Benicio del Toro que pondrá los pelos de punta en más de una ocasión.

Con una puesta en escena realmente inusual para la tipología de película – la que, insisto, se ve la clara influencia del trabajo de Kathryn Bigelow – Villenueve sorprende con una propuesta donde hay, realmente, poca acción militar y apuesta más por la introspección.  A pesar de que la cadencia de la película se toma su tiempo para revelar la información, desde el minuto cero hace que el espectador  permanzca en un estado de angustia constante – la secuencia en la que Kate cruza la frontera y pisa por primera vez suelo mexicano y atraviesa la ciudad de Juarez es absolutamente fantástica – y crear una atmosfera de tensión e incertidumbre que, gracias a sus sorprendentes giros dramáticos, conseguirá mantener hasta el final. La siempre magnífica dirección de fotografía de Roger Deakins hace el resto, con su estilo visual característico que ya veríamos en otros de sus trabajos como Jarhead o Oh Brother!, donde la atmosfera desértica y hostil que crea acaba de rematar la imponente fueza visual de la imágenes que diseña Villeneuve.

Si ya comentabamos en el post dedicado a la filmografía del cineasta su predilección por los personajes atormentados, la agente Macer no será una excepción. Nuestra protagonista no solo se verá afectada por los confusos acontecimientos a los que se deberá enfrentar durante el trascurso de la película, sino que su propia condición emocional inestable y su implicación personal respecto a su profesión serán determinantes para comprender sus acciones y reflexiones a lo largo de la historia. En otra inevitable comparación con Zero Dark Thirty, el personaje de Blunt será la otra cara de la moneda del personaje de Chastain: mientras Maya será la líder indispensable de la operación estratégica para cumplir su objetivo, Kate formará parte de una misión táctica en la que su presencia es totalmente cuestionable desde los ojos de la propia protagonista y del espectador – o eso nos hacen creer…

Sicario es, desde mi modesta opinión personal, uno de los trabajos más interesantes y mejor ejecutados de Denis Villeneuve, donde propone un magistral ejercicio estético, pero sobretodo narrativo, que va más allá de un simple thriller de acción.

Nuria Vidal Trapero

Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora de cine de animación y videojuegos en CESAG-Comillas. Interesada en la investigación en game studies y TV studies. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en todo aquello que tenga relación con la construcción estética y dramatúrgica del espacio en la ficción televisiva, cinematográfica y en los videojuegos.