Historia, credos y divinidades: la expasión y cohesión de «Assassin’s Creed: Origins» (sus DLCs)
En 2017, Ubisoft lanzaría Assassin’s Creed: Origins la apuesta del estudio francés por reavivar la franquicia tras los un tanto repetitivos Unity y Syndicate. Como sucede en toda la saga, la premisa argumental mezcla acontecimientos reales con personajes ficticios que, en algún momento de la trama, serán claves para el devenir histórico. En esta ocasión, la trama nos desplaza hasta el Antiguo Egipto en el año 49 a.C. encarnando al feroz guerrero Bayek de Siwa en su camino hacia la venganza de la muerte de su hijo. Durante su persecución, nuestro protagonista se embarca en una cruzada en contra de la tiranía del faraón Ptolomeo XIII convirtiéndose, junto a su esposa Aya, en los protectores de la reina Cleopatra hasta su ascenso al trono en el 47 a.C. Por lo tanto, el viaje personal de Bayek y Aya como padres que buscan el alivio de la venganza y el descanso del alma de su hijo fallecido, se transformará en una campaña por la liberación de su país. Así, el juego plantea una historia de orígenes donde la toma de consciencia acerca la opresión de los poderosos sobre el pueblo centran el eje de su discurso sembrando el germen de «Los Asesinos» ampliamente desarrollada en juegos anteriores.
En este sentido, la última secuencia del juego tiene un peso importante para marcar el devenir de la trama. La alianza de Cleopatra y Julio César durante la guerra civil por el dominio de Egipto en Alejandría supone el desencanto del matrimonio de Siwa donde se evidencia la corrupción de los gobernantes por las ansias de poder. Así, la evolución argumental y de los personajes de AC: Origins se construye a cuenta gotas durante el juego, culminando en un emocionante desenlace donde Bayek y Aya – una pareja con extrema devoción el uno por el otro – deciden separar sus caminos a favor de su nueva causa: comenzar una guerra en las sombras contra el despotismo de los poderosos. Decepcionada por la manipulación de Cleopatra, Aya renuncia a su nombre para convertirse en Amunet y enfrentarse a la tiranía en Roma – en esta historia alternativa ella es la que asenta la primera puñalada a César; mientras Bayek se instala en Menfis para combatir las injusticias en Egipto. Así, ambos se convierten en los líderes fundadores de “Los Ocultos”, la primera Hermandad de Asesinos.
A pesar de que esta conclusión es tremendamente épica y emocional, la necesidad de continuar con la empresa de Los Ocultos y explorar el atractivo escenario lleno de misterios ocasionaría la incorporación de nuevos episodios lanzados en 2018. Ambos DLCs proponen una expansión argumental de las aventuras del guerrero de Siwa de forma orgánica y coherente. El episodio de The Hidden Ones nos sitúa cuatro años después de la fundación de la Hermandad durante el Segundo Triunvirato y la alianza entre Marco Antonio y Cleopatra (43 a.C). Una carta de Amunet lleva a Bayek a la península del Sinaí donde el Imperio Romano comienza a imponerse en la región. Nuestra misión será derrotar a varios de los generales romanos que amenazan con la explotación del territorio cantero. En este sentido, es un escenario donde la deconstrucción del patrimonio, la expoliación de templos y las matanzas a la población civil son parte esencial del relato. Por lo tanto, la jugabilidad de este episodio está enfocada a la lucha física y a la infiltración en extensas superficies.
Igualmente, la trama incide en la evolución de los personajes para hacer el universo de AC: Origins más verosímil y complejo. La recuperación de secundarios con subtramas independientes (como Tahira, salvadora de la vida silvestre de Heraklion y compatriota de Bayek en Siwa; o Kawab, hijo de “El Escarabajo” que busca venganza tras la muerte de su padre); los conflictos de pensamiento dentro de los propios Ocultos; y, por supuesto, el esperado encuentro entre Bayek y Amunet realizan un maravilloso ejercicio de cohesión argumental. Finalmente, todo lo aprendido por los personajes tiene su traslación en la integración del universo Assassin’s Creed cuyas experiencias les hacen establecer su propio dogma para proteger la integridad y los valores de la Hermandad. En definitiva, el origen del credo de los Asesinos.
Sin embargo, el proyecto de Assassin’s Creed no solo se centra en la experiencia lúdica, sino también en la educativa. Si bien todos los juegos incluyen en sus narrativas pop-ups explicativos acerca de los monumentos y personajes históricos que aparecen mientras el jugador se pasea por el escenario, AC: Origins va un paso más allá. En febrero de 2018 se lanzaba la aplicación Discovery Tour que permite realizar un viaje virtual a través de la historia del Antiguo Egipto gracias a la exploración dentro del propio juego. Esta iniciativa que surge juntamente con historiadores del British Museum aportando textos expositivos, narraciones en off e imágenes de sus archivos para completar la experiencia interactiva de AC: Origins – algo que también se realizaría con AC: Odyssey y la Antigua Grecia. A pesar de que es cuestionable el uso real que se puede destinar a la educación escolar – a nivel de recursos de aprendizaje y de infraestructuras tecnológicas – esta herramienta pedagógica demuestra, una vez más, el interés de Ubisoft por la enseñanza y el valor cultural.
El último episodio que cierra el periplo de Bayek es The Curse of the Pharaohs donde tendremos que desplazarnos a Tebas para buscar un objeto misterioso con un gran poder. Sin embargo, el robo de este artefacto causa un catástrofe que afecta a la región: se rumorea que la difunta reina Nefertiti ha desatado una maldición que amenaza la ciudad como represalia por el hurto de una de sus reliquias. Por lo tanto, en este episodio la realidad de los acontecimientos históricos se combina con la mitología egipcia donde la magia y la tradición cultural tienen un peso importante. El mundo de los vivos se mezcla con el mundo de los muertos donde la jugabilidad se centra en la investigación, el combate y la exploración.
A diferencia de anteriores juegos, uno de los elementos definitorios de AC: Origins es la utilización de la identidad cultural del contexto histórico para desarrollar su narrativa y sus acciones. Así, durante la evolución de la trama se suceden ceremonias, escenas oníricas y alusiones a la tradición religiosa de Egipto como una de las mitologías más amplias de la historia. La divinidad otorgada a sus faraones, la espiritualidad de sus dogmas (la meditación en los lugares de ermitaños), los misterios frente a lo sagrado (las tumbas y sus tablas antiguas), el exacerbado culto a sus Dioses – como se despliega en el mapa de templos dedicados a figuras materializada en animales (Sobek en Krokodilópolis, Sekhmet en Letópolis, Amón en Siwa o Ptha en Menfis) – y las constantes referencias a las creencias sobre el “más allá” (la Duat y el campo de juncos) proporcionan un universo con muchas posibilidades creativas. Por lo tanto, no es de extrañar la aparición de momias, espíritus, escorpiones gigantes, lugares icónicos (Karnak o el Valle de los Reyes) y faraones históricos como Nefertiti, Ramsés II o Tutankamón. Igualmente, el misticismo alrededor del origen de los artefactos mágicos también cobra significación en el episodio. La incidencia en la procedencia del “fruto del Edén” como paradigma de una tecnología avanzada de una civilización ancestral colonizadora de la Tierra – inspirada en la teoría de los “Antiguos Astronautas” de Erich Von Daniken en su libro “Chariots of the Gods” (1967) – es una de las claves de la historia y del arco evolutivo de Bayek.
En muchas ocasiones, los contenidos descargables son estrategias comerciales que, a pesar de que añadir características nuevas al juego, no aportan a la evolución de su narrativa ni a la implementación del universo. Sin embargo, los episodios de AC: Origins son un buen ejemplo de expansión de la acción, de concreción su tesis argumental, de buen desarrollo de personajes y del inteligente uso de la capacidad creativa del mundo de ficción.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.