Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Nombres propios: J. G. Quintel, creador de ‘Historias corrientes’

Hemos estado haciendo en RIRCA un repaso a algunos de los creadores de series de animación actuales, todas alojadas en Cartoon Network, y que resultan muy interesantes porque son fruto de artistas jóvenes, cerca de los treinta años, con ideas muy claras sobre lo que quieren decir. Si en nuestro último perfil hablamos de Rebecca Sugar, la creadora de Steven Universe, una serie con una lectura feminista importante, hoy es el turno de J.G. Quintel, creador de Regular Show, en España Historias corrientes.

Californiano de 32 años, Quintel debutó profesionalmente como auxiliar de guion gráfico en Star Wars: Las guerras clon, y más tarde trabajó como guionista en series como Phineas y Ferb u Hora de aventuras (serie esta última que se ha convertido en un verdadera cantera de talentos). En 2010 se le dio la oportunidad de presentar su propio proyecto y así nacía Historias corrientes.

Regular_Show-_Mordecai___Rigby_in_8-Bit_Land_03El argumento de Historias corrientes gira en torno a Mordecai y Rigby, una urraca azul y un mapache respectivamente, que son encargados de mantenimiento en un parque público, pero cuya vagancia y torpeza los está metiendo siempre en líos. Junto a ellos, están el resto de empleados del parque: Musculitos, Fantasma Chócala, Skips y Pops, supervisados por Benson, su jefe. En los episodios se suele partir de una situación o problema cotidiano que se complicará hasta límites absurdos y surrealistas, con viajes en el tiempo, seres de otras dimensiones, robots gigantes o la visita de la mismísima Muerte.

Al igual que otros artistas como Peter Browngardt, Pendleton Ward o Rebecca Sugar, Quintel pertenece a una generación virtualmente alimentada por las series de animación. Creció viendo Los Simpson o la gamberra Beavis & Butthead, y los videojuegos son también una parte importante de su formación cultural. Las referencias a la cultura popular de finales del siglo XX son constantes.

En Historias corrientes, es muy fácil advertir la pasión que siente Quintel por la década que le vio crecer: los homenajes a los años 80 y 90 son continuos. Los personajes juegan con anticuadas videoconsolas, o ven películas que nos recuerdan a los antiguos blockbusters de aquellos años. Cuando el argumento gira en torno a la música, es muy común encontrar referencias al glam rock y al hair metal, o a la música electrónica. Incluso el compositor principal de la serie es Mark Mothersbaugh, uno de los miembros fundadores de Devo, conocido grupo de la new wave norteamericana.

varios_258908Como se ha advertido, de todas las series de Cartoon Network, quizá Historia corrientes es quizá la más nostálgica y menos infantil, y la más compleja en forma de referencias culturales que muchos jóvenes espectadores no entenderán (donde ellos vean, por ejemplo, una videoconsola cutre, un treintañero reconocerá, con una lagrimilla en el ojo, una Sega Master System de 8 bits). Son abundantes los chistes entre líneas dirigidos a los adultos y hay incluso referencias al alcohol y las drogas suficientemente sutiles como para que un niño no las perciba. Los personajes principales Mordecai y Rigby son el alter ego de dos veinteañeros que se niegan a crecer y a tomar sus responsabilidades: para ellos, lo principal es pasarlo bien, aunque la mayor parte de las veces sus decisiones terminen desatando poco menos que el apocalipsis. No hay mucho mensaje más que esté oculto. Como dice el propio Quintel: «cuando has hecho tantos episodios, estás en plan: «¡¿Cómo superamos ESO?!». Y las cosas empiezan a ir por ese camino: pongamos explosiones y cosas loquísimas.»
 

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