Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Las pequeñas trampas del subconsciente: «The Flight Attendant» (HBO Max, 2020)

En noviembre de 2020 el canal streaming HBO Max estrenaba The Flight Attendant. Una serie con cierto revuelo a su alrededor por tratarse del nuevo proyecto de Kaley Cuoco como protagonista tras su andadura de 12 años como Penny en la exitosa The Big Bang Theory. Bajo una premisa rocambolesca adaptada de la novela homónima de Chris Bohjalian, la serie se centra en Cassie Bowden (Kaley Cuoco), una azafata de vuelos internacionales que tiene una noche loca con un atractivo ejecutivo (Michiel Huisman) en Bangkok. Sin embargo, su vida da un giro de 180° cuando su ligue aparece violentamente asesinado en su cama de hotel. A partir de ahí, Cassie es perseguida por las autoridades policiales para esclarecer lo sucedido mientras ella comienza su propia investigación. Así, el argumento sigue claramente una estructura de thriller detectivesco con toques de humor negro – algo que cumple con las expectativas ya que la producción se definía como una comedia. Una fórmula de hibridación genérica que se está estableciendo como una pauta común de las narrativas contemporáneas, especialmente en la mezcla de comedia y thriller; Killing Eve, sin ir más lejos, es una clara representante de esta tendencia.

Sin embargo, lo sorprendente de The Flight Attendant no va a proceder exclusivamente de la combinación de géneros, sino de su propuesta dramatúrgica que apuesta por una narrativa fragmentada para enganchar al espectador y hacerlo partícipe de la investigación. Una tendencia narrativa contemporánea asociada al concepto de “mind-game” o “puzzle-film” de Thomas Elsaesser y Warren Buckland (Wiley-Blackwell, 2009) quienes establecen como características principales de este tipo de ficciones la implicación del espectador para recolocar las piezas argumentales otorgando una lógica al discurso y la manipulación temporal para la creación de tramas laberínticas. La serie, pues, se puede describir como un trampantojo en muchas de sus facetas, tanto en su forma de plantear el desarrollo argumental alejado de la temporalidad clásica, en las expectativas del espectador y, sobre todo, en la evolución de su protagonista que va a ser el verdadero epicentro de la serie.

El montaje fragmentado paralelo en slipt screen para enseñar dos líneas espaciales distintas es uno de los recursos que distinguen la serie de otras de su género

Así, The Flight Attendant se mueve entre tres líneas temporales: el presente, el pasado y el subconsciente de Cassie. Una fragmentación que se intercalan para conseguir dar sentido a la premisa de thriller y que está al servicio de la construcción de la protagonista creando un universo donde las apariencias engañan. El presente constituye el marco de la investigación donde Cassie inicia sus indagaciones para esclarecer la verdad en una estructura de persecución clásica de “gato y ratón” que muy creativamente se anticipa en los títulos de crédito. En este sentido, ahí es donde la serie se apoya en la suspensión de la incredulidad del espectador para crear un mundo con sus propias reglas donde las acciones pueden resultar un tanto inverosímiles para el público más exigente. Una fórmula que explota personajes y recursos característicos de este tipo de argumentos como la abogada y mejor amiga de Cassie, Annie Mouradian (Zozia Mamet), Megan Briscoe (Rosie Pérez), la compañera azafata de la protagonista, o el misterioso personaje de Miranda (Michelle Gómez).

Sin embargo, obviando ciertas licencias de verosimilitud que son puramente subjetivas – para algo la serie es un thriller de ficción – lo más interesante de The Flight Attendant es el uso que se les da a las líneas temporales del pasado como forma de enganchar al público y resolver el misterio, por una parte, y como desarrollo psicológico de la protagonista, por otra parte. Ésta última siendo lo más importante de la serie donde Kaley Cuoco despliega una faceta interpretativa muy diferente a la que estamos acostumbrados. Durante el transcurso de la investigación, Cassie sufre de alucinaciones que le llevan a la habitación de hotel de Bangkok donde el fantasma de Alex actúa como ayudante detectivesco desentrañando sus recuerdos y detalles relevantes para el caso. Sin embargo, este hecho reactiva la memoria traumática de Cassie obligándola a enfrentarse con sus propios demonios pasados que la han llevado a una vida errante de alcoholismo, adicciones y carencias emocionales. Así, la mente laberíntica de Cassie proyecta sus traumas de forma inconsciente mientras Alex se convierte en un simple mensajero que pone voz a los problemas de la protagonista y la cuestiona; así como la habitación del hotel es su espacio de seguridad hasta que éste se ve alterado. En el fondo, ella percibe su condición adictiva y la necesidad de ponerle remedio. En este sentido, la narrativa fragmentada adquiere una mayor significación a la hora de articular una protagonista poliédrica y moralmente contradictoria que se presenta al espectador de forma gradual.

Alex le recrimina a Cassie su problema con el alcohol a través de su subconsciente

The Flight Attendant es una serie narrativamente sorprendente en muchos sentidos que mezcla lo convencional y lo estrafalario del género con un tono dramedy que destaca por encima de algunas de sus simplezas argumentales. Como también está por encima de sus clichés la formidable interpretación de Kaley Cuoco mostrando su capacidad dramática y gamberra que hace a la protagonista verosímil dentro de un universo que no lo es tanto. Siendo una miniserie de 8 episodios en un principio, existe la rumorología de una segunda entrega – algo que, personalmente, encuentro innecesario – donde la historia de superación de la azafata Cassie Bowden aún tiene recorrido. Esperemos que la obsesión por generar productos exitosos sin completar las necesidades creativas que la serie demanda no desprestigien la originalidad de su propuesta y no hagan que la serie pierda el rumbo.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *