Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«Lo Gótico», del canon a la postmodernidad: investigaciones imprescindibles

No cabe duda de que lo Gótico ocupa un lugar privilegiado en el imaginario colectivo. Todo lo relacionado con los monstruos del tipo que sean, la sordidez, la melancolía, el fatalismo, la muerte y el más allá están presentes en nuestras vidas ya desde la infancia; y si no, baste hacer un repaso por los cuentos que nuestros padres o abuelos nos narraban para que pudiéramos dormir —aunque, la verdad, los cuentos son tan desestablizadores que todavía no comprendo cómo podíamos conciliar el sueño— o las canciones con el mismo objetivo donde se nos chantajeaba descaradamente con la aparición del «coco» si no cerrábamos los ojos lo más rápidamente posible.

En nuestros recuerdos siempre hay un ser extraño que, parafraseando a Bayona, viene a vernos. Lo fantástico/horror es, pues, parte de nuestra existencia y uno de los géneros con más seguidores e importancia en los productos audiovisuales. Desde que en la década de los 60 entraran en nuestros hogares la familia Monster que vivía entre los humanos de los suburbs estadounidenses sin ningún problema, o las perturbadoras «historias para no dormir» creadas por Narciso Ibáñez Serrador hasta la actualidad, muchos han sido los relatos  audiovisuales y transmediáticos que combinan de manera diversa los elementos que constituyen el canon de «lo Gótico» establecido por las obras de Mary Shelley o H.P.Lovecraft solo por citar algunos nombres icónicos. Estos elementos canónicos han ido evolucionando de tal manera que, sin perder su esencia, se han combinado con los temas de la postmodernidad centrados esencialmente en la búsqueda de la identidad en un mundo fragmentado en el que se desdibujan las líneas entre la realidad y la hiperrealidad y entre la bondad y la maldad como términos que van más allá de los esquemas religiosos o de los valores atribuidos a lo humano. Los monstruos contemporáneos son, de esta manera, más humanos que nunca y los problemas que tienen, también son los nuestros. Basten algunos ejemplos recientes de la ficción televisiva: Penny Dreadful, American Horror Story en todas sus entregas, The Alienist o The Haunting of Hill House. Seguro que a los lectores se les ocurrirán muchos más títulos que incluirán zombies, vampiros adolescentes y undeads varios que deambularán en casas encantadas o en un mundo distópico en el más puro estilo del survival horror que ha fomentado el mundo de los videojuegos.

Justamente en estas coordenadas debemos situar las distintas colecciones que, provenientes del Reino Unido, dedican sus publicaciones a las distintas formas en que «lo Gótico» se manifiesta en las producciones culturales, ya sean literarias, artísticas o audiovisuales. E insistimos en que todas ellas son británicas —sin duda la cuna del canon genérico— pero también en que todas ellas tienen como rasgo común el pertenecer a editoriales universitarias. Y es que no podemos obviar la importancia de la International Gothic Association, nacida en 1991 bajo la tutela de la Universidad de East Anglia, en el desarrollo de los estudios relativos al mundo gótico y cuya labor se centra no solo en la organización de reuniones científicas multitudinarias y transversales sino también en la publicación de una revista de impacto que, como no podía ser de otro modo, tiene como título Gothic Studies. Una labor continuada por investigadores de universidades norteamericanas y europeas pero esencialmente del Reino Unido de entre las que deseamos destacar la actividad editorial de dos de ellas, Manchester y Gales.

Algunas de las publicaciones de «Manchester Gothic»

Así, lejos de ser una temática popular y/o asimilada a un cierto grado de frikismo, lo Gótico va a convertirse en objeto de estudio riguroso. Su inmersión en la contemporaneidad va a ocupar la colección promovida por la Manchester University Press bajo el nombre genérico de «Manchester Gothic». Ligada al más que dinámico «Manchester Centre for Gothic Studies» —de quienes hemos tomado prestada la imagen que encabeza este post— en el que participa activamente Xavier Aldana Reyes como alma de eventos multidisciplinares, la colección tiene la voluntad de ser rigurosa al tiempo que asequible para estudiantes y público interesado en el tema. Las líneas temáticas de sus volúmenes van a combinar estudios relacionados con la canonicidad gótica  especialmente referida a argumentos, premisas y personajes (The Gothic and Death, The Ghost Story 1840-1920 o Open graves, open minds) con otros en los que se muestra no solo la pervivencia de dichos esquemas sino la multiplicidad de lecturas que se pueden dar de los productos culturales asimilados a «lo gótico» de acuerdo con metodologías analíticas contemporáneas. De esta manera,  a textos generales acerca de la ficción televisiva (Gothic Television) encontramos interesantísimas reflexiones acerca de la masculinidad en la ficción audiovisual (Men with Stakes, Queering the Gothic), los estudios de género aplicados a personajes femeninos poco frecuentes en el imaginario colectivo  y su corporeidad (She-Wolf, Dangerous bodies), la relación materno-filial como elemento esencial del horror (Decadent Daughter and Monstrous Mothers), o la incidencia de planteamientos políticos en las nuevas ficciones góticas (Neoliberal Gothic, Ecogothic). Todos y cada uno de los trabajos van a recoger ejemplos cronológica y espacialmente muy distintos pero que confirman, como una de las premisas de la colección, que el fenómeno gótico es global.

Publicaciones de la University of Wales Press

Por su parte, la University of Wales Press va a desplegar una batería de colecciones que, aunque tienen la misma premisa inicial de «Manchester Gothic», van a compartimentar sus contenidos. La literatura dispondrá de una serie particular en la que los principales autores del género gótico serán revisados y se dará cabida a textos no excesivamente conocidos del género (Gothical Authors: critical revisions y su subsección Gothic Originals) y otra que incluirá estudios generales en los que se analizarán textos literarios y representaciones audiovisuales de lo gótico en distintas culturas (Gothic Literary Studies). Así, Shelley, Stoker, Marsh, McGrath o Brockden Brown convivirán con el gótico sudafricano, el gótico británico, el gótico canadiense, las «invasiones» góticas en periodos de entreguerras o tras la finalización de conflictos bélicos, el gótico posthumano y su relación con las narrativas monstruosas o el biohorror, o las distintas definiciones de la llamada condición gótica desde sus inicios en el siglo XVIII. Y como nuestro término va siempre ligado al concepto del horror, no podía faltar una nueva colección, la «Horror Studies», que tiene dos grandes novedades respecto a las anteriores: la primera, que amplia su espectro de actuación a otras áreas de la cultura popular como los videojuegos y el fandom; la segunda, que está destinada especialmente a la publicación de investigaciones llevadas a cabo por estudiantes con un alto nivel en su trabajo investigador. Un aspecto, este último, más que loable y que produce una envidia malsana al poner en evidencia la necesidad de recambios generacionales en la universidad que ofrezcan nuevos aires a esta institución.

Sea como fuere, lo Gótico está de moda. Pero más allá de esta constatación, se encuentra la dedicación de los investigadores que ofrecen una perspectiva crítica a este fenómeno que sin duda es de masas ya sean enfervorizadas ya sean de auténticos haters. Una rigurosidad que también se da en muchos grupos de investigación nacionales  —o, en términos más estrictamente institucionales, una masa crítica importante— que están/estamos ofreciendo nuevas perspectivas de estudio en el campo de lo fantástico/el horror y su relación con la sociedad que lo produce. Por eso, nos alegramos  —si bien con otra fuerte dosis de envidia malsana— de la existencia de colecciones como las que hemos reseñado y, sobre todo, de la implicación de las universidades en la difusión de los trabajos que generan. Unos trabajos cuya lectura consideramos imprescindible.

 

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