Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Nombres propios: Rami Malek

Hace apenas dos semanas que se iniciaba la tercera temporada de Mr. Robot, la inquietante serie protagonizada por el no menos inquietante hacker Elliot Alderson que pondrá en vilo a todo el sistema político y económico parapetado tras la máscara de la F-society. Este más que simple resumen de una serie a la que hemos dedicado no solo posts específicos sino un seguimiento completo de su segunda temporada y que es más que compleja, esconde a un actor que había pasado más que desapercibido para las audiencias hasta ese momento: Rami Malek.

Y es que este joven actor, de origen egipcio y nacido en Los Ángeles en 1981, se ha convertido en uno de los referentes esenciales no solo de la ficción televisiva más reciente sino de la industria cinematográfica que ya empieza a contar con él para interpretar personajes e historias más que interesantes y extraordinariamente comprometidas por lo que se refiere a la interpretación. En realidad, ya lo había hecho anteriormente, aunque la carrera de Malek fluctúe entre el estereotipo de su origen egipcio y la más extrema complicación de los personajes que encarna.

Rami Malek como el faraón Ahkmenrah de «Noche en el Museo»

Así, Malek debutará en el cine interpretando al faraón Ahkmenrah de la saga Noche en el Museo dirigida por Shanw Levy (2006, 2009 y 2014), un encasillamiento en su origen «exótico» que repetirtá en la saga Crepúsculo: Amanecer como el vampiro egipcio Benjamin. Sin embargo, este encasillamiento de dos sagas cinematográficas, la primera entretenida y familiar, la segunda destinada a un público teóricamente adolescente, se veía sistemáticamente contrastado con la contundencia de los papeles interpretados por Malek en la ficción televisiva y en producciones cinematográficas indies. Estrepitosamente alejada de un cliché que compartieron actores de la categoría de Omar Sharif —por mencionar al egipcio icónico del cine— la carrera de Malek en televisión ha contado con participaciones en series muy diversas pero todas ellas de amplia repercusión mediática: como invitado en Las chicas Gilmore (2004), como personaje recurrente en 24 (2010), Medium (2005) o la fallida Alcatraz (2012), y, finalmente, interpretando personajes extraordinariamente complejos y sometidos a situaciones extremas en series de temática-trafondo bélico como son Over There (2005) y especialmente The Pacific (2010) en la que conoció a Tom Hanks. Y es que el título quizá un tanto rimbombante que le hemos puesto a este post creemos que define a Malek: es un actor tremendamente maleable que ofrece en sus interpretaciones una aparente fragilidad, algo que produce indefectiblemente en las audiencias una empatía extrema con cada uno de ellos.

Malek como Eliot Alderson en «Mr. Robot»

Una empatía que no podemos dejar de sentir hacia él como persona cuando lo vemos participar en roundtables sobre la ficción contemporánea rodeado de actores más que veteranos, como vemos en la reciente mesa redonda de actores de drama organizada por The Hollywood Reporter en la que el bueno de Malek escuchará atentamente las opiniones y reflexiones de actores de la talla de Paul Giamatti (Bilions), Bobby Cannevale (Vinyl), Cuba Gooding Jr. (American Crime Story) , Wagner Moura (Narcos) o Forest Whitaker (Roots). Una mesa redonda de tremendo respeto mútuo en la que se considera un auténtico novato y en la que descubrimos que le encanta cocinar además de ser constantemente achuchado por todos y cada uno de sus compañeros, ya sea físicamente o con bromas que hacen sonrojar al bueno de Rami.

Pero si las audiencias reconocemos el trabajo de Malek por su papel de Elliot Alderson en Mr. Robot, un trabajo premiado con un Globo de Oro, un Emmy y el premio de la crítica televisiva en 2016 así como en distintas nominaciones —entre ellas la del Sindicato de Actores, no debemos perder de vista los más recientes y no tan recientes trabajos cinematográficos y que, sin duda, debemos repasar o ver por primera vez: Short Term 12 (Destin Daniel Cretton, 2013),  The Master (P.T. Anderson, 2012), Da Sweet Blood of Jesus (Spike Lee, 2014), Buster’s Mal Heart (Sarah Adine Smith, 2016) o Papillon (Michael Noer, 2017).

Malek en «Buster’s Mal Heart»

Poco más podemos decir, por el momento, de este joven actor que contrariamente a su personaje en Mr. Robot procura vivir lo más alejado posible de las redes sociales. Pero sí que podemos augurar que en 2018 hablaremos mucho de Rami Malek. El motivo no es otro que el estreno anunciado para diciembre de la producción Bohemian Rhapsody dirigida por Bryan Singer en la que el bueno de Rami encarna al más que hipnótico Freddy Mercury. Si solo las fotografías que se han ido haciendo públicas ya nos ponen el pelo de punta, no hace falta decir la emoción/admiración que nos puede producir ver a este monstruo de la música interpretado por un monstruo de la interpretación que va creciendo en cada uno de sus papeles. Por todo ello, quizá no sea tan rimbombante el título de este post, simplemente es la constatación del talento que transmite Malek. Para muestra, esta fotografía más que electrizante. Mientras esperamos Bohemian Rhapsody, seguiremos atentamente la carrera de este aparentemente frágil actor.

¿Rami Malek o Freddy Mercury?: «Bohemian Rhapsody»

 

 

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