Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

RIRCA recomienda: ficciones de espionaje (II)

Y aquí tenéis la segunda parte de nuestras recomendaciones sobre espionaje. RIRCA sigue creciendo y hoy se estrena nuestro nuevo fichaje, Aitor Fernández de Marticorena.

María Clar: Los tres días del Cóndor (Sydney Pollack, 1975)

Viniendo de mí, pensaba que recomendaría alguna de Bond o alguna sátira de los Coen, pero haciendo una búsqueda más profunda en mi interior, tenía que reivindicar una obra de Pollack, director que me fascina y sobre el cual aún no he escrito. Extraño viniendo de mí, ya que fue un director con una filmografía impecable. Los tres días del Cóndor tiene todo lo que una película de espías tiene que tener: tensión, suspense, acción y Robert Redford, aunque este quede bien en cualquier film. Hay que situarse en la época: la revolución de los años 70 y el caso Watergate. Antes la gente estaba más implicada con los asuntos políticos y sociales, y a través del cine se hacían muchas más revoluciones. En este film, nuestro protagonista, un agente de la CIA, investiga el ataque que recibe su oficina, en el que él, por suerte, sale ileso. A partir de ese momento, hará todo lo posible para resolver quien está detrás de la muerte de sus compañeros y amigos, aunque para eso tenga que retener a una mujer (Faye Dunaway) para conseguir su objetivo. No es la típica película de espías, es mas compleja que la mayoría de las actuales con unos tintes del cine de espías de los años 60 y con referencias de estilo hitchcockiano muy bien elaborado. Así que si queréis deleitaros la vista y ver a uno de los actores mas atractivos y elegantes del cine, junto con una de las actrices que participaron en el cambio de época del cine con Bonnie y Clyde (Arthur Penn, 1968) esta es vuestra película.

Gerard Bibiloni: The Conversation (Francis Ford Coppola, 1974)

Fue entre sus dos obras maestras más memorables —The Godfather (1972) y The Godfather II (1974)— que Francis Ford Coppola dirigió The Conversation, un no tan pequeño thriller de espionaje con penetrantes toques psicológicos en el que seguimos a Harry Caul (Gene Hackman) en un trabajo francamente especial y extraño. Un magnate lo contrata para que esté pendiente de su esposa, que mantiene una relación sentimental con uno de sus empleados. El caso, aunque a primera vista resulta inocuo, sobre todo para un detective de la categoría de Harry, va degenerando hasta crear el espacio mental adecuado para que la soledad del protagonista invoque un infierno de visiones, monstruos y demás terrores que lo acompañarán a lo largo de, prácticamente, todo el caso. Una muestra fantástica y perturbadora de cómo un trabajo, en las circunstancias adecuadas, puede convertirse en una obsesión que revela los secretos más oscuros de la psique humana.

Aitor Fernández de Marticorena Gallego: Charade (Stanley Donen, 1963)

Tantas veces referenciada como “la película de Hitchcock que jamás dirigió”, Charade se reapropia del cine hitchcockiano para exprimir su vena paródica en un inusual filme de espías y romances encubiertos. El carismático dúo de Audrey Hepburn y Cary Grant, icónico en cada frase y gesto, protagoniza una auténtica charada donde nada es lo que parece. Su premisa: la intérprete simultánea Regina Lampert (Audrey Hepburn) vuelve a casa tras unas vacaciones en los Alpes para encontrar su apartamento revuelto y su marido, desaparecido. La CIA contacta con ella: su marido era un agente secreto de la OSS que traicionó a sus compañeros para hacerse con el dinero de una misión. Ahora, un tal Peter Joshua (Cary Grant) entra en la vida de Regina, quizás por interés romántico, quizás por intereses ocultos.

Donen firma una cinta en constante movimiento, que cuestiona la percepción del espectador con cada nuevo giro de guion. Regina y Peter son un misterio el uno para el otro tanto como lo son para el público. Amparados por un dúo de lo más encantador, asistimos a un duelo de mentes donde cada engaño y revelación suman a una charada general a caballo entre el romance, la comedia y la mentira, siempre con ese aire a parodia hitchcockiana que alivia la tensión al tiempo que, irónicamente, la hace suya.

Raff Guardiola: Hitman (IO Interactive, 2016)

Si bien no es propiamente un juego de espionaje como tal, Hitman (IO Interactive, 2016) es un juego de aventura y acción perteneciente a la saga Hitman que se centra en el sigilo y pide a los jugadores que usen técnicas propias del espionaje para conseguir sus objetivos, que consisten, simple y llanamente, en cumplir contratos de asesinato. La publicación de este videojuego fue episódica y cada episodio consiste en un espacio tipo sandbox que el jugador (tomando el control del asesino mejorado genéticamente, Agente 47) puede explorar a voluntad, utilizando técnicas clásicas del espionaje para penetrar o infiltrarse en diferentes zonas del mapa para espiar conversaciones, conocer las rutinas de los diferentes personajes no jugables que deberemos sortear para llegar a nuestro objetivo, etc.

Más allá de los elementos jugables que presenta el juego y que lo convierten en una mezcla muy lograda de acción, asesinatos y espionaje, los aspectos narrativos del juego inciden sobre muchos de los elementos clásicos del género: organizaciones criminales con vínculos con agentes gubernamentales y poderes económicos, agencias de inteligencia implicadas en golpes de estado en otros países y un trasfondo en el que un misterioso cliente está coordinando todas las acciones de nuestro protagonista sin conocer el fin real de sus acciones ni el alcance de las mismas.

En ese sentido, el juego nos anima a experimentar con las mecánicas del juego, la exploración del entorno y las aproximaciones a los retos y, asimismo, ofrece una narrativa intrigante que invita al jugador a seguir jugando para conocer más sobre los eventos del videojuego y sobre el protagonista, el Agente 47, cuyo pasado es un misterio y cuya ambigüedad moral y pasado problemático le otorgan el honor de ser uno de los antihéroes y uno de los personajes más aclamados de la historia de los videojuegos. La saga Hitman es, sin duda, una saga ideal para los amantes de las historias de espionaje.

 

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