Una extraña pareja a la fuga: «Landscapers» (HBO, 2021)
Muchas veces se dice que la realidad supera a la ficción. O, a veces, la ficción puede ser más apasionante que la realidad y es por eso que nos quedamos en ella. O, tal vez, la realidad y la ficción no sean tan diferentes. Esta es la premisa conceptual de Landscapers (2021) una co-producción de Sky y HBO protagonizada por dos de los grandes intérpretes británicos, Olivia Colman y David Thewlis, y creada por Ed Sinclair. Basada en una historia real, la miniserie se centra en Susan y Christopher Edwards, un matrimonio de Nottingham que fueron condenados en 2014 por el asesinato de los padres de ella. La pareja, que había matado y enterrado a las víctimas en el jardín de su casa, es atrapada 15 años después del suceso y llevada a un árduo juicio. La serie, pues, desarrolla de manera muy inusual la investigación llevada a cabo por la policía londinense, mientras intenta representar una radiografía de la extraña relación entre los Edwards.
Con 4 episodios en su haber, Landscapers – o Como Meterse en un Jardín en la desafortunada traducción en España – pretende desentrañar las causas y consecuencias del asesinato a partir de varios elementos narrativos que la convierten en una miniserie bizarra, pero muy intrigante. Estos elementos acercan a la miniserie como un experimento narrativo cercano a otras producciones poco convencionales del formato televisivo como El Tercer Día (2020), Too Old to Die Young (2018) o WandaVision (2021). Algo que es de agradecer y que se debe valorar como positivo dentro del panorama actual y que plantean nuevas formas estéticas y de narrar.
El relato metaficcional es el eje principal de la serie donde, teniendo en cuenta que no se sabe qué aconteció y que los personajes reales mantienen su inocencia hasta la fecha, todo el devenir de la historia es una suposición tras suposición en una forma de contar con todos los puntos de vista posibles. Todas las vías quedan abiertas acerca de los sucedido donde, muchas veces, todo tiende a la tergiversación. Lo que es la realidad y lo que es la ficción (o más bien, qué es mentira) es vital en Landscapers donde la fantasía y la idealización son los motores que llevan a Susan y a Chris a no enfrentarse con sus acciones pasadas. O, por el contrario, ambos se refugian en la ficción para huir de ellas. La serie reflexiona, así, sobre la dualidad entre víctima y verdugo donde la “psicopatía”, en este caso, es fruto de un dolor y una soledad compartida a través del intentar crear el retrato psicológico de Susan y Chris; tanto en conjunto como por separado. Landscapers no es un thriller de “masterminds” criminales, sino de personas comunes que no encuentran su lugar en el mundo. Aunque, en este apunte, la serie no esculpa ni idealiza el asesinato, pero insiste en que no todas las psicopatías son iguales.
Todo ello se representa en Landscapers a través de no esconder la falsedad y artificialidad de la producción que nos traslada constantemente detrás de las cámaras y donde los testimonios de Susan y Chris se reproducen mediante una puesta en escena teatral. Una forma de decirnos “el mundo es una ilusión y/o una representación” donde el punto de vista es importante para que cada uno “cuente su historia”. Así, asistimos al pasado del matrimonio Edwards y sus versiones de los hechos donde pasado y presente de mezclan en la narración de una manera ágil y original. Asimismo, la combinación de técnicas visuales en cámara de celuloide, found footage, noticiarios de archivo los cambios de aspecto y las imágenes en blanco y negro añaden una estética experimental a la vez que se integran en la historia.
Landscapers se mueve entre el thriller durante los interrogatorios y la investigación, en la tragedia en los momentos más oscuros del pasado de los protagonistas, en la comedia negra británica en la presentación del caso y todo el primer episodio y, finalmente, en lo enternecedor al contar una extraña historia de amor con un fatídico desenlace. Además de poner a prueba, una vez más, la versatilidad y el dominio de los géneros de David Thewlis y Olivia Colman; esta última excelsa en aguantar los primeros planos. Aunque pueda sonar extraño, pero creo que Landscapers puede que sea una de las grandes historias de amor que nos ha podido mostrar en la televisión de 2021. Tan grande como aquellos grandes romances del cine que se referencian en la serie como el de Gary Cooper y Grace Kelly en Solo Antes el Peligro (Zinnemann, 1952) o el de Gèrard Depardieu y Catherine Deneuve en El Último Metro (Truffaut, 1980). En definitiva, una miniserie que ha pasado muy desapercibida y que engaña a simple vista, pero que vale la pena conocer y dejarse llevar por su propuesta.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.