Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Una mirada al cine de Mike Leigh: «Career Girls» (1997) o los recuerdos del ayer

Tras el rotundo éxito de su quinto largometraje, Secrets & Lies, Mike Leigh escribe y dirige Career Girls en 1997. Un estreno discreto después del triunfo de su anterior película que no tuvo una gran aceptación debido al regreso del cineasta a sus orígenes narrativos. Si bien Secrets & Lies supuso la aproximación de Leigh al gran público con una historia cercana al melodrama familiar con un corte dramatúrgico más clásico – aun siendo fiel a su estilo-; con Career Girls vuelve a la improvisación cómica, a la aparente no-trama y a la radiografía de personajes. Unos rasgos definitorios que lo acercan más a los largometrajes de sus comienzos como High Hopes (1989) o Life is Sweet (1990).

Traducida en España como Dos Chicas de Hoy, Career Girls narra el encuentro de dos amigas que hace seis años que no se ven: Annie (Lynda Steadman) y Hannah (Katrin Cartlidge). Así, Annie viaja a Londres para pasar un fin de semana en el micro piso de Hannah y ponerse al día con las novedades de su vida. Unas novedades que, como veremos a lo largo de película, no son tan diferentes en algunos aspectos; aunque en otros sí. El argumento se centra, pues, en la amistad de las dos chicas desde que se conocen años atrás como simples compañeras de piso hasta su reconexión en su treintena. Para ello, Mike Leigh estructura la película a modo de flashbacks donde se ven los puntos de vista de ambas que se ven sumergidas en un bucle de recuerdos comunes que se intercalan con sus conversaciones y situaciones del presente. Mientras los tonos fríos sirven para reflejar el pasado, los tonos cálidos para retratar el presente. Así, frente al realismo del resto de sus largometrajes, Leigh apuesta por la artificialidad narrativa construyendo una red de recuerdos que retratan a las protagonistas y su relación entre ellas. Un regreso al pasado inconsciente que se convierte en una aventura en el presente y que articula una tierna historia de amistad femenina.

Las chicas se convierten en el apoyo incondicional una de la otra durante sus años universitarios

En este sentido, Career Girls se enmarca claramente dentro del universo femenino planteado por el cineasta a lo largo de su filmografía. Un universo femenino muy peculiar y excéntrico que se demuestra en el planteamiento de la película. Mientras en el presente Annie ayuda a Hannah a encontrar un nuevo apartamento, los saltos temporales matizan la relación entre ambas contraponiendo sus respectivas personalidades. Por un lado, Annie es una estudiante de psicología ingenua, reservada, nerviosa y acomplejada por su aspecto físico con sus problemas cutáneos en la cara y sus tics que le hacen torcer el cuello. Por su parte, Hannah es una estudiante de literatura bromista, ingeniosa, salvaje y muy habladora; rasgos que aprovecha para meterse con Annie cuando puede. En definitiva, dos personalidades incompatibles. Sus únicos puntos de común serán su obsesión por The Cure, su inmadurez y su afán por divertirse en su pequeño piso en un barrio obrero de Londres. Algo a lo que tampoco es ajeno el contexto Thatcherista de precariedad y desesperanza en el que se enmarcan la juventud de las protagonistas; aunque Leigh irá abandonando este discurso crítico a partir de su filmografía venidera. Poco a poco, su conexión se hace más fuerte debido a un pasado traumático compartido – las ausencias de sus padres en su infancia y las dependencias de sus madres – y su convivencia diaria entre confesiones íntimas y bromas internas. Hannah se vuelve, así, muy protectora de Annie y de sus inseguridades. Unas inseguridades que no son tan diferentes y que también se trasladan, en cierta manera, a su presente.

«Miss Brontë, Miss Brontë…» es el juego creado por Hannah que  “predice el futuro” de los personajes. Una elemento narrativo que otorga complicidad entre ambas y que cierra la película de forma muy emotiva

Si los flashbacks configuran los años universitarios de Annie y Hannah, su reencuentro en el presente es el reflejo del cambio en el tiempo y de la necesidad de madurez durante la vida más adulta con una mayor estabilidad social y económica. La entrada en la treintena y las diferentes preocupaciones de una nueva etapa vital centran el discurso de la película la que resulta incomprensible sin ese contraste espacio-temporal. Leigh junta pasado-presente a través del nexo entre la búsqueda del apartamento perfecto para Hannah y sus encontronazos con personas de su vida universitaria: Claire (Kate Byers), Adrian (Joe Tucker) y Ricky (Mark Benton). Algo que, si bien se ha criticado a la película por su inverosimilitud e imposibilidad, otra vez demuestra la intención de artificialidad de Career Girls frente a sus otras producciones. Así, los encuentros fortuitos en su deambular por las diversas casas que visitan les dinamitan a recuerdos que quieren recordar y otros que prefieren olvidar. Sin embargo, todos ellos cercanos a la realidad del espectador. Su reunión con Adrian, el desagradable exnovio de Annie permite reflexionar acerca de los desamores de juventud, mientras la breve confluencia con Claire devuelve a aquellos amigos con los que con el tiempo ya no se tiene nada en común. Annie y Hannah se dan cuenta de que aquello que comparten, lo bueno y lo malo, es aquello que aún les mantiene unidas y que, en realidad, no han cambiado tanto con los años.

Hannah y Annie son mujeres muy diferentes a las que fueron en su juventud

En su viaje al pasado a través de la memoria, Annie y Hannah realizan una última parada que cierra su recorrido: la visita a su piso de estudiantes. Allí se encuentran con Ricky, un antiguo amigo de ambas que sigue atascado en el mismo sitio de años atrás. Una visión desoladora y angustiante que desata el desenlace emocional del viaje de ambas y del espectador. Ricky se convierte en un fantasma de su pasado atormentando el epicentro de sus recuerdos y no dejándolos ir. Así, los motivos del anclaje en los recuerdos y en cómo estos determinan nuestra identidad son dos de los discursos del film. Una transición muy interesante entre la juventud vista en High Hopes y Life is Sweet y cómo se refleja la edad adulta en esta película.

Career Girls es una de las películas que más debate han generado entre el público, incluso más que la perversa y oscura Naked. “O la amas, o la odias”, según expresa el director. Su estructura más cercana al relato corto y la esencia de la no-trama la hace más inaccesible – sobre todo tras Secrets & Lies – pero rebosa una fuerte empatía y humanidad; como todo lo que ha hecho Leigh hasta el momento. Igualmente, la muerte prematura por neumonía de Katrin Cartlidge en 2002 – amiga y frecuente colaboradora del cineasta – proporciona una nueva lectura años después. Career Girls es una película a la que Mike Leigh tiene un cariño especial y que es un magnífico reflejo de las amistades femeninas y de las ansiedades de la perpetua búsqueda de la felicidad del ser humano.

 

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