Los Kingsman: los gentlemen que salvaron el mundo (dos veces)
El género de acción pasa por un momento extraordinario. A las numerosas películas de superhéroes de las factorias Marvel y DC Comics se le tienen que sumar la enorme cantidad de producciones con altas dosis de adrenalina que se estrenan en las salas, aprovechando las eternas posibilidades visuales que las nuevas tecnologías ofrecen al género. Por supuesto, la extensa oferta de esta tipología de proyectos supone un gran esfuerzo para los cineastas que deberán plantear propuestas frescas y originales para no aburrir a los seguidores del género, por un lado, y ganarse la confianza de los más reacios a las películas de acción, por otro lado. En este sentido, nombres como Paul Greengrass (saga Jason Bourne), George Miller (Mad Max: Fury Road), Edgar Wright (Baby Driver), Guy Ritchie (Sherlock Holmes, The Man From U.N.C.L.E.), Chad Stahelski y David Leitch (trilogía John Wick, Atomic Blonde) o las hermanas Wachoswski (trilogía Matrix) serán los directores que aportarán una mirada nueva a la concepción del género. Entre ellos, se encontrará también Matthew Vaughn, cineasta británico con amplia experiencia en el campo del cine de acción y que dejará huella con las historias de los personajes de los que hablaremos a continuación: los Kingsman. Pero, mejor vayamos por partes.
Conocido por la dirección de Kick-Ass (2010) y X-Men: First Class (2011), Matthew Vaughn decidirá adaptar a la gran pantalla la serie de cómics creados por los británicos Mark Millar y Dave Gibbons – el primero firmará el guión y el segundo firmará el dibujo – y editados en 2012 por Marvel Comics, The Secret Service, cuya trama intentará emular el estilo de las películas clásicas de James Bond y de los thrillers de espías más canónicos.
Así, en 2014 se estrenaría el primer largometraje bajo el nombre de Kingsman: The Secret Service partiendo del cómic original en donde Gary «Eggsy» Unwin (Taron Egerton), un joven conflictivo y con severos problemas con la ley, será reclutado para formar parte de una agencia secreta de inteligencia británica: los autodenominados Kingsman. Una especie de sociedad oculta al margen de los cuerpos de seguridad del estado que adoptará como nombres en clave los miembros de la corte de caballeros del Rey Arturo y que realizarán misiones de gran embergadura para salvar el mundo. En definitiva, unos espías modernos que se servirán de los mejores gadgets y aparatos tecnológicos para realizar sus labores heróicas en una clara aproximación a la reinvención de los thrillers de espionaje clásicos de los 60′-70′. Una fascinación por experimentar una mirada nostálgica al género, o neo-espionaje o espionalgia como la bautizará Vincent Gaine (2015), como ya se contemplaría en las cintas The Man From U.N.C.L.E. o Atomic Blonde, ambas mencionadas anteriormente.
En esta primera película, asistiremos al entrenamiento de Eggsy para convertirse en agente Kingsman bajo la tutela de Harry «Galahad» Hart (Colin Firth) y Merlin (Mark Strong), así como a los planes del magnate Richmond Valentine (Samuel L. Jackson) y su mano derecha Gazelle (Sofía Boutella) de instalar una tarjeta electrónica en los cráneos de todo el mundo para poder convertirlos en seres violentos y provocar el caos a nivel internacional. Una propuesta que Vaughn – responsable del guión junto a Jane Goldman – presenta con un estilo desenfrenado, una puesta en escena alocada y frenética, una alta dosis de humor y una premisa plagada de guiños a los clichés del género de espías que aportan una personalidad única al relato, además de la virtud de no tomarse muy en serio a sí misma. Una caracterísitcas que ya observaríamos en su debut detrás de las cámaras en 2004 con Layer Cake (Crimen Organizado en España), thriller que girará entorno a la lucha por el control de la distubuciín de la droga en Londres con Daniel Craig, Sienna Miller, Tom Hardy, Sally Hawkins, Jaime Forman y Michael Gambon.
En su segunda parte estrenada hace apenas dos semanas en las carteleras españolas, Eggsy volverá a la acción como agente a tiempo completo en la compañía con una misión que supondrá un reto mayor que su primera aventura. Esta vez, el asesinato de varios agentes de Kingsman les llevará a descubrir los malévolos planes de la organización The Golden Circle (El Círculo de Oro) liderada por Poppy Adams (Julianne Moore) que – además de darle nombre a la película – se convertirá en el monopolio de la droga a nivel internacional y pretenderá envenenar a toda la población. Esta operación obligará a Eggsy y Merlin a colaborar con sus alter egos estadounidenses, los Statesman, personalizados bajo el nombre de bebidas alcoholicas. Así, Channing Tatum será Tequila, Halle Berry será Ginebra, Pedro Pascal será Whisky y Jeff Bridges será Champagne. Una vez más, se reiterarán y reafirmarán los esquemas y valores identitarios con los que se jugarían de la primera entrega extendiéndose en la contraposición con sus homónimos norteamericanos: los gentlemen británicos (Kingsman) vs los cowboys del salvaje oeste (Statesman); el whisky escocés (scotch) vs el whisky de Kentucky (bourbon); la elegancia británica vs la rudeza americana…
Con el estilo característico desplegado en la anterior entrega, The Golden Circle es una producción más ambiciosa que su predecesora intentado lidiar con una crítica a los fallos del sistema, así como intensificar su propuesta visual con unas escenas de acción mucho más frenéticas y coreografiadas. Un verdadero acierto que funciona de maravilla en su apartado estético, pero que no acaba de cuajar en su parte narrativa debido a la «seriedad» de su proposición y algún que otro personajes desaprovechado. Sin embargo, será su villana principal la que se llevará todos los elogios. Tal como pasará con el Valentine de Samuel L. Jackson – una especie de científico loco vestido de rapero gangsta que cecea; Julianne Moore brilla como Poppy Adams, una mujer obsesionada con el estilo de los años 50′ que construirá su propio resort en medio de la jungla que combinará una sonrisa encantadora con una actitud de capo de la mafia al estilo Corleone. Una configuración de los malos malísimos que vuelve a poner en evidencia el tono autoparódico de las cintas.
¿Continuarán los Kingsman en activo después del éxito de esta secuela? Por ahora, la única aparición de Eggsy fuera de la gran pantalla la hemos visto en un breve cortomentraje de animación que servirá como mini-crossover con otro de los grandes espías de la ficción, Archer (FX, 2009-presente). Una producción que servió como parte de la promoción de Kingsman: The Golden Circle en el Comic-Con de 2017 y que podeís ver en un video a continuación.
De momento, Matthew Vaughn ha trasladado su voluntad de continuar con las aventuras de Eggsy y de los Kignsman, al menos, por medio de un largometraje más que está en desarrollo. Los creadores ya están planificando un Kingsman 3 en la que Eggsy tendrá que lidiar con su nuevo «estatus», seguiremos a los personajes de la segunda entrega que no tuvieron tanto protagonismo y en la que ya se ha comentado quién podría dar vida al nuevo villano: Dwayne «The Rock» Johnson. Además de los rumores que giran entorno a un posible spin-off de los Statesman… ¿Estamos frente a una nueva saga de acción? De todas maneras, me parece que éstas no van a ser las últimas veces que los Kingsman salvarán el mundo. Por nosotros, que así sea.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.