No solo se vive de Star Wars (I): Adam Driver y Daisy Ridley
Hace casi un mes que se estrenó el octavo episodio de una de las sagas más importantes de la ciencia-ficción cinematográfica, Star Wars: The Last Jedi. Muchas opiniones y comentarios se han formado alrededor de la película dirigida por Rian Johnson – tanto negativos como positivos – que han hecho discrepar de manera contundente a los fans a nivel internacional. Sin embargo, una cosa es indiscutible: The Last Jedi supone una nueva dirección de la trama y, sobre todo, de los personajes. En definitiva, la constatación oficial del relevo generacional que ya se anticipaba con la muerte de Han Solo en The Force Awakens, y que, de manera especial, tomará forma con los nuevos acontecimientos sucedidos en el episodio VIII. Por ese motivo, estas semanas propondremos echar un vistazo a las carreras de los nuevos intérpretes que se enfrentarán a llevar adelante el universo Star Wars. Y que mejor manera de comenzar que con los nuevos representantes del lado oscuro y el lado de la luz: Adam Driver y Daisy Ridley.
El primero de ellos, Adam Douglas Driver Wright, nacido el 19 de noviembre de 1983 en San Diego (California), tendrá una carrera profesional muy particular. Siguiendo la estela de su padre y de su abuelo, Driver se uniría al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos tras los ataques del 11S en el que serviría durante 3 años en el ejército de infantería. Sería una fuerte caída durante su práctica de ciclismo habitual que provocaría la rotura de su esternón, lo que supuso su retirada definitiva del ejército impidiéndole servir a su país en la Guerra de Irak. A pesar de que el Gobierno de EE.UU. le recompensó con una Medalla al Servicio por la Defensa Nacional en 2004, Driver sufrió una pequeña depresión debido a su carrera militar frustrada decidiendo refugiarse en la interpretación. Aquí os dejo un video en el que el propio Driver relata su experiencia para una de las charlas de TED: Ideas Worth Spreading («My journey from Marine to actor»).
Así, Adam Driver se graduaría en 2009 en la prestigiosa escuela Juilliard obteniedo sus primeras apariciones fugaces en 2011 en films como J. Edgar y Lincoln. Sería en 2012 cuando se daría a conocer al gran público a través de su papel como Adam Sackler en la comedia de HBO, Girls, creada y protagonizada por Lena Dunham. Su trabajo como amante del personaje de Hannah le valdría un reconocimiento estelar por el que obtendría hasta tres nominaciones a los premios Emmy como Mejor Actor Secundario en una serie de comedia. De este modo, durante los próximos años se convertiría en un regular de largometrajes de un espíritu indie como Frances Ha, Tracks, Inside Llewyn Davies, Hungry Hearts (por el que se llevaría la Copa Volpi al mejor actor en el Festival de Venecia), This is Where I Live You, While We’re Young o Midnight Special. Sin embargo, su carrera como enterno actor secundario no solo se rompería gracias a su rol como Kylo Ren en The Force Awakens, sino que en 2016 obtendría el papel protagonista de Paterson, como un joven conductor de autobús aficionado a la poesía, y Silence, como un sacerdote jesuita que se encontrará en medio de un conflicto violento en el Japón de 1640.
A diferencia de Adam Driver, Daisy Jazz Isobel Ridley (10 de abril de 1992, Londres), si que le debe todo su éxito a su aparición en la saga de Star Wars. Pero, mejor vayamos por partes. Daisy Ridley asistiría desde los 9 años a la prestigiosa escuela de interpretación y danza, Tring Park School for the Performing Arts, en la que se graduaría en 2010 y coincidiendo con la también actriz Lily James como compañera de promoción. Tras su salida a los 18, Ridley invirtió los próximos años de su carrera profesional a actuar como invitada en algún episodio en television (Mr. Selfridge, Youngers o Casualty), en videoclips y en cortometrajes de estudiantes de cine. De hecho, su primer largometraje como protagonista sería en un proyecto final de carrera titulado Scrawl (2015), una cinta de terror indie.
En 2014 cambiaría la suerte de Ridley cuando fue la elegida para dar vida a Rey, joven chatarrera del planeta Jakku y nueva heroína de la franquicia Star Wars. Un largo proceso de audiciones que duró siete meses y al que Ridley superó a miles de chicas que también se presentaron a las pruebas – entre ellas Billie Lourd, la hija de Carrie Fisher quien terminó con un papel pequeño como la teniente Connix. Completamente desconocida e inexperta, J.J. Abrams declaró que esas eran la cualidades que se tuvieron en cuenta a la hora de encontrar a la perfecta Rey junto a la combinación entre fuerza y vulnerabilidad que demostró Daisy Ridley desde el principio clavando cada toma. Aquí el video filtrado de la audición de Ridley que se hizo viral poco después del estreno del episodio VII. Daisy Ridley, no solo consiguió adueñarse del personaje por completo en The Force Awakens, sino convertirse en una de las jóvenes actrices con mayor talento y una de las más solicitadas del momento. Además de participar en SW, en 2016 prestería su voz a la versión inglesa de la protagonista de Recuerdos del Ayer (1991), largometraje de Studio Ghibli; así como sería la narradora y productora ejecutiva del documental The Eagle Huntress, la historia de una niña tibetana que intentará convertirse en la primera cazadora femenina de su familia; e interpretar a la institutriz Mary Debenham en la adaptación de Kenneth Branagh de Murder on the Orient Express (2017).
Sin embargo, es imposible concebir la fama de ambos actores sin sus encarnaciones de Kylo Ren y Rey. Unos personajes que constituirán el epicentro de este cambio generacional presentado en The Last Jedi y que tendrá en el fandom su mayor repercusión. De hecho, las estrategias transmediáticas del fanfic serán aquellas que fomentarán el nuevo (y falso) horizonte de expectativas que se depositarán en el desarrollo de estos dos personajes y la relación que éstos mantendrían. Un fenómeno que Jordi Costa denoninará ficciones usurpatorias o sexy fandom en el que se contruirán fanfics alrededor de una relación amorosa/sexual entre personajes ficticios, normalmente de caracter homosexual (los más populares serían los romances entre Sherlock/Watson o Thor/Loki). En este caso, encontramos una cantidad enorme de ficciones que involucrarán a Kylo y a Rey – bajo el nombre de «Reylo» – y que, en su amplia totalidad, satisfecerá los deseos personales de los fans, además de alentar las teorías sobre la saga. Ejemplos de ello serán: «5 Must Haves for Reylo Theory to Prevail» (Rebel Watch); «Reylo Star Wars Theory: Could it Happen? Should it Happen?» (The Tide Pool); «Reylo Fandom: The New Star Rebels» (Star Wars Connection); Reylo Art (tumblr); Reylmo Realm (fanfic); o Historias de Reylo (fanfics).
Por el momento, Driver a trabajado a las órdenes de grandes cineastas como Clint Eastwood, Steven Spielberg, Noah Baumbach, los hermanos Coen, Jeff Nichols, Jim Jarmusch, Martin Scorsese, Steven Soderbergh y Terry Gilliam (con el que tiene pendiente el estreno de The Man Who Killed Don Quixote); y Ridley es una de las actrices con la agenda más apretada del 2018-2019: Ophelia (la historia alternativa de Hamlet), Chaos Walking (nuevo drama distópico de Charlie Kaufman), Dadalio (un thriller), Kolma (una cinta sobrenatural con J.J. Abrams), The Lost Wife (un romance en plena Segunda Guerra Mundial), Super-normal (una comedia de superhéroes) y A Woman of No Importance (un biopic político que interpretará a la espía Virginia Hall). Sea como sea el desarrollo de Kylo y Rey en el episodio IX, parece mucho más interesante mirar hacia el futuro de Adam Driver y Daisy Ridley. El primero, como uno de los mejores y más camaleónicos actores de su generación; y la segunda, como una de las actrices con un mayor potencial aún por descubrir.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.